Los camarones contaminados con cocaína que intrigan a científicos de Reino Unido
Un nuevo estudio nos reafirma cómo los productos de consumo humano, incluyendo las drogas ilícitas, contaminan la fauna acuática.
Como parte de una investigación sobre cómo la vida silvestre está expuesta a químicos contaminantes, científicos del King's College de Londres analizaron camarones procedentes de cinco ríos de la región de Suffolk, en el este de Reino Unido.
En todas las muestras estudiadas, los investigadores hallaron sustancias como pesticidas ilegales y drogas farmacéuticas.
Pero, sorprendentemente, las sustancias que los investigadores hallaron con más frecuencia en los animales analizados fueron cocaína y otras drogas ilícitas como ketamina.
"La presencia constante de drogas ilícitas en la vida silvestre fue sorprendente", dijo en un comunicado el químico Leon Barron, uno de los investigadores.
"Podríamos esperar verlas en áreas urbanas como Londres, pero no en cuencas más pequeñas y rurales".
Según Nic Bury, profesor de la Universidad de Suffolk, son necesarias más investigaciones para determinar si la presencia de cocaína en los crustáceos es solo un problema en esta zona o se trata de algo que también ocurre en otras partes de Reino Unido y del mundo.
Sustancias dañinas
Las sustancias como medicinas y drogas ilícitas que llegan a los ríos están compuestas de miles de químicos que tienen el potencial de causar daño al medio ambiente.
Sin embargo, los autores del estudio aclararon que las cantidades halladas en este caso tendrían probablemente un bajo potencial de causar algún efecto.
"Aunque las concentraciones fueron bajas, pudimos identificar componentes que podrían ser preocupantes para el medio ambiente y, de manera crucial, que podrían representar un riesgo para la vida silvestre", dijo en un comunicado Thomas Miller, líder de la investigación.
Los expertos afirman que no está claro cuáles son las fuentes de dónde provienen estas sustancias que terminan en los ríos, especialmente los pesticidas que han sido prohibidos durante mucho tiempo en Reino Unido.
En su opinión, este tipo de estudios revela el desafío que representa identificar esas fuentes de contaminación, al tiempo que pueden servir para mejorar las políticas de protección de la fauna en el país.