Las rocas de la superficie terrestre son como un libro que cuenta toda la historia de nuestro planeta.
Cada una de las capas de suelo que forman montañas, cañones, acantilados y demás accidentes geográficos son como las páginas de ese libro que contienen información sobre cuándo y cómo se formó el paisaje que hoy vemos.
Las rocas más cercanas a la corteza terrestre son las primeras páginas del libro, las que cuentan los inicios de la historia.
A partir de ahí, a medida que se van sobreponiendo más capas, vamos aprendiendo de épocas más recientes de nuestro planeta.
Pero, ¿qué pasa si a ese libro le faltaran páginas?, ¿cómo podríamos entender una historia si no podemos leer todos los capítulos?
Eso es justo lo que pasa con el registro geológico de la Tierra.
Entre las capas de rocas más antiguas y las más recientes, hay un enorme bache, una gran cantidad de páginas perdidas.
Esa brecha de la cual no tenemos información equivale a un periodo que en algunas partes del mundo corresponde, incluso, hasta 1.000 millones de años, según la Unión Geofísica de Estados Unidos (AGU, por sus siglas en inglés).
A ese inmenso vacío se le conoce como la Gran Inconformidad, y es uno de los mayores enigmas de la geología.
"Mil millones de años es casi un cuarto de la historia de la Tierra, eso es un montón de información perdida, un montón de tiempo que está perdido", le dice a BBC Mundo la geóloga Barra Peak, candidata a doctorado en Ciencias Geológicas de la Universidad Colorado Boulder y especialista en la Gran Inconformidad.
En un artículo de 2020, un grupo de investigadores de esa universidad describió a la Gran Inconformidad como una "amnesia geológica".
¿A qué se debe la Gran Inconformidad, qué pistas existen sobre este tiempo perdido y por qué es importante resolver el misterio?
Capas sobre capas
En geología, el paso del tiempo queda registrado en las capas de roca y sedimento que se van depositando unas sobre otras.
Las capas inferiores son las más antiguas y las que se van acumulando encima son cada vez más recientes.
El tipo de rocas y la ubicación de cada capa le dan a los investigadores información sobre la forma y la época en la que se formó esa región del suelo.
Al estudio de esas capas se le llama estratigrafía y sirve para saber cómo era la Tierra en el momento en el que se formó esa capa.
Uno de los lugares más famosos donde se pueden identificar claramente esas capas es el Gran Cañón en Arizona, Estados Unidos.
Cada línea horizontal muestra dónde, cuándo y cómo se fueron depositando las rocas que conforman esa capa.
Y fue precisamente en el Gran Cañón donde por primera vez se identificó la Gran Inconformidad.
Fue el geólogo John Wesley Powell, en 1869, quien primero notó que había un pedazo de tiempo que no estaba escrito en ese libro de piedras.
Una brecha en el terreno
Las "inconformidades" en las capas del suelo ocurren cuando las rocas o los sedimentos se erosionan y transcurre el tiempo antes de que se produzca una nueva capa, según explica el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
Tras ese periodo, en algún momento se formará una nueva capa de rocas sobre la superficie erosionada, pero ya será imposible llenar esa brecha durante la cual no se acumuló sedimento.
Eso explica por qué en varias partes del mundo se pueden observar capas de rocas muy antiguas sobre las que se asientan capas de rocas muy jóvenes, sin que entre ellas haya una capa de rocas de mediana edad.
Al averiguar la edad de las piedras más antiguas y la de las más jóvenes, los investigadores deducen el periodo de tiempo del cual no tienen registro.
¿Y dónde están esas rocas perdidas?
Según explica Peak, en algunos lugares la ausencia de las capas se debe a que las rocas fueron destruidas por el agua o la erosión, con lo cual se convirtieron en arena que terminó depositada, por ejemplo, en los océanos antiguos.
Pero en otros lugares no está claro siquiera sin en algún momento llegó a existir la capa.
"Puede ser que en esos lugares nunca haya habido arena ni arcilla depositada que luego se convirtiese en roca, que en ese paisaje realmente no estuviera pasando mayor cosa, como si simplemente hubiera estado asentado ahí durante mucho tiempo", dice la geóloga.
¿A qué se debe la Gran Inconformidad?
La respuesta corta es que nadie lo sabe.
Peak, sin embargo, dice que hay al menos cuatro hipótesis principales que tratan de explicar esa era perdida.
La primera tiene que ver con la formación de un antiguo supercontinente llamado Rodinia, que se formó entre hace 1.000 millones y 800 millones de años.
Eso fue antes de que se formara el famoso supercontinente Pangea.
Cuando Rodinia se estaba ensamblando, debido a los movimientos tectónicos, una gran cantidad de rocas quedaron expuestas a las condiciones atmosféricas, lo cual pudo favorecer que se destruyera ese nuevo material rocoso que se estaba formando.
"Cuando las rocas son nuevas son muy susceptibles a esos procesos que las destruyen", dice Peak.
La segunda se refiere a un proceso muy parecido: la formación de otro supercontinente llamado Pannotia, hace unos 580 millones de años.
Una tercera posible explicación también tiene que ver con Rodinia, pero no con la formación de este supercontinente sino con su fragmentación, que ocurrió hace unos 750 millones de años.
En ese proceso de separación de las masas de tierra también queda expuesto mucho material que los geólogos llaman "roca fresca", la cual se erosiona fácilmente.
La hipótesis climática
Y Peak menciona una cuarta posible razón, que ya no tiene que ver con los supercontinentes, sino con los cambios del clima a lo largo de la historia del planeta.
La geóloga explica que hay evidencia de que durante un lapso dentro de lo que corresponde a la inconformidad hubo una etapa de enfriamiento de la Tierra, hace unos 700 millones de años.
En ese periodo es probable que casi todo el planeta haya estado cubierto por glaciares.
Entonces, la hipótesis es que ese hielo haya removido las que entonces eran las capas más externas.
"Si todo el globo está cubierto por hielo, no hay mucho material depositándose para formar nuevas rocas", dice Peak.
Sin respuesta
Para cada una de esas hipótesis existen estudios que las refuerzan o tratan de rebatirlas.
Para Peak, sin embargo, lo cierto es que por ahora no hay una sola repuesta que explique la Gran Inconformidad.
"Quizás no hay una única y simple respuesta que explique el fenómeno a nivel global", dice la experta.
"Puede que no solo se deba a la formación de los continentes o al clima, sino a las características regionales que controlan la forma en la que se erosionan las rocas".
"A nivel global, no podemos decir que haya una sola causa".
Las claves que guarda la Gran Inconformidad
Para determinar la edad de las rocas y por ende, las capas que hacen falta, los geólogos observan el decaimiento radioactivo de las rocas, es decir, analizan los elementos químicos en los que se van descomponiendo las rocas con el paso del tiempo.
En el caso de Peak, por ejemplo, también analiza el proceso de enfriamiento de las rocas, para saber a qué periódo pertenecen.
Juntar las piezas que expliquen la Gran Inconformidad es una forma de aprender cómo era la Tierra primitiva.
Eso, según Peak, es importante porque durante ese lapso hubo grandes cambios, no solo geológicos sino biológicos, por lo cual puede brindar información sobre la evolución de la vida en el planeta.
Un artículo de la Universidad de California Santa Bárbara de 2020 sobre la Gran Inconformidad menciona que este fenómeno está ligado a otro gran enigma de la ciencia: el surgimiento repentino de vida compleja en los periodos Ediacárico (entre 635 millones de años y 541 millones de años) y el Cámbrico (entre 541 millones de años y 485 millones de años).
"La explosión cámbrica fue el dilema de Darwin", dice Francis Macdonald, geólogo de la UC Santa Bárbara.
"Esta es una pregunta que tiene 200 años. Si logramos resolverla, seremos rockstars".