Las autoridades de West Palm Beach, en Estados Unidos, iniciaron una prueba con un nuevo método para evitar que las personas sin hogar duerman en un centro de eventos que pertenece a la ciudad.
¿El método que utilizan? Música infantil.
La estrategia consiste en reproducir las canciones Baby Shark y Raining Tacos durante toda la noche para evitar que personas sin hogar intenten quedarse en el lugar.
Ambas canciones han sido muy exitosas en YouTube, con un ritmo repetitivo y pegajoso.
El alcalde, Keith James, le dijo a la BBC que esta es una medida temporal, pero las organizaciones que trabajan con personas sin techo dicen que es un trato cruel.
La medida se viene aplicando en el Lake Pavilion, un centro de eventos con paredes de cristal y con vista a la costa en el centro de la ciudad, ubicada a unos 120 km al norte de Miami.
En 2018, el Lake Pavilion sirvió de sede para 164 eventos y este año la ciudad espera recaudar US$240 millones por las actividades que se realicen en ese lugar.
Castigo cruel
Según el alcalde James, en las últimas semanas se han encontrado "restos desagradables", como heces humanas alrededor de la entrada del pabellón.
"Cuando las personas pagan buen dinero, deberían poder disfrutar de las instalaciones por las que pagan", dijo James, y agregó que era importante mantener el área "prístina".
James asegura que eligieron estas dos canciones en particular "porque son muy exasperantes si las escuchas una y otra vez".
Pero para los defensores de las personas sin hogar, un bucle incesante de Baby Shark y Raining Tacos es un castigo cruel.
"Estas son personas que ya se encuentran en una situación desesperada y este es un esfuerzo para hacerles la vida aún más miserable", dice Maria Foscarinis, directora ejecutiva del Centro Nacional de Derecho para las Personas sin Hogar y la Pobreza.
"Alejarlos con música a todo volumen es simplemente inhumano y realmente chocante", agrega.
"Qué horrible tomar algo que tiene un sentido tan inocente y usarlo de una manera tan malvada"
Atención a los sin techo
En West Palm Beach hay cerca de 354 personas sin techo, 24% menos que el año pasado, de acuerdo con datos del alcalde James.
Según él, continuamente se envían equipos para ayudar a esta población, llevándolos a refugios y brindándoles atención médica.
Como resultado de estos esfuerzos, cada semana alrededor de seis personas son alojadas en viviendas temporales o de transición.
"Estoy muy orgulloso de nuestro récord", dice James.
Foscarinis, por su parte, comparó el uso de Baby Shark y Raining Tacos con una tendencia nacional de "arquitectura hostil", que hace que los espacios públicos sean inhóspitos para las personas sin hogar.
Esta no es la primera vez que la música se utiliza como elemento disuasorio.
Según informan medios estadounidenses, hace tres años los funcionarios de la cercana playa de Lake Worth intentaron usar música clásica para ahuyentar a los traficantes de drogas y los sin techo.
El método resultó ineficaz ya que estas personas parecían disfrutar las melodías.
El problema con estos métodos, dice Foscarinis, es que se asume que las personas tienen otras opciones.
"Pero la solución no es alejar a estas personas haciendo que sus vidas sean aún más miserables. La solución es trabajar juntos para crear alternativas reales".