"Fue aterrador cuando comenzó". Jada Pinkett, la esposa de Will Smith, habló por primera vez de su problema de alopecia en 2018, en Red Table Talk, el programa de entrevistas del que era presentadora junto a su hija y su madre. De un tiempo a esta parte ha hecho de esta dolencia una bandera.
Este domingo, durante la gala de los Oscar, Will Smith golpeó a Chris Rock después de que el comediante hiciera una broma sobre su esposa.
"Jada, no puedo esperar a GI Jane 2", dijo Rock, en referencia a GI Jane, la película de 1997 en la que Demi Moore interpretó el papel principal con la cabeza rapada.
Pinkett, actriz estaodunidense de 51 años, luce su cabeza rapada para visibilizar el problema de la alopecia femenina que sufre y, a la vez, acallar rumores sobre posibles enfermedades que pudiera tener.
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Pero el camino hasta llegar ahí no ha sido fácil.
Cuando comenzó a sufrirla, la también productora y compositora cubría su cabeza con turbantes. Eso llevó a que mucha gente le cuestionara esta nueva apariencia. "He estado recibiendo muchas preguntas sobre por qué he estado usando este turbante", dijo la actriz estadounidense en 2018 durante el programa donde decidió despejar las dudas.
"Fue uno de los momentos de mi vida en los que literalmente temblaba de miedo. Estaba como 'Oh, dios mío, ¿me estoy quedando calva?' Por eso me corté el pelo y lo sigo cortando", dijo entonces.
Sospechó que sufría alopecia cuando empezó a ver que se le caían "puñados de pelo" en la ducha.
Los médicos no han identificado una causa, pero Pinkett cree que puede estar relacionado con el estrés.
Pinkett es conocida, entre otras cosas, por su aparición en varias películas de la saga Matrix, El profesor chiflado o la serie Gotham. Su carrera de actriz empezó con una aparición el la famosa comedia de situación estadounidense True Colors.
Cabeza rapada
Pinkett mostró su cabeza completamente rapada, sin turbante, en julio de 2021. Lo hizo a través de la cuenta de Instagram de su hija, la cantante Willow Smith, quien previamente se había rapado la cabeza durante uno de sus conciertos. "Willow me hizo hacerlo porque ya es tiempo de dejarlo ir", posteó más tarde en su propia cuenta.
Desde entonces, en la mayoría de sus publicaciones en esta red social, así como en sus apariciones en público, luce la cabeza sin nada de pelo.
De nuevo empezaron las preguntas sobre qué le pasaba y por qué llevaba el pelo rapado. Así que en el pasado diciembre lo explicó nuevamente, esta vez con algo de humor.
"Mamá tendrá que raparse al cero para que nadie piense que se ha sometido a una cirugía cerebral o algo así. Esta alopecia y yo vamos a ser amigos... ¡Y punto!", contaba en un vídeo.
"Solo me queda reír", agregó Jada Pinkett Smith.
Un camino díficil
Tres años pasaron desde que habló por primera vez de su problema de alopecia hasta que decidió mostrar su cabeza rapada.
En 2018 admitió que le resultaba "difícil hablar de su pérdida de cabello", ya que cuidarlo solía ser un "hermoso ritual".
En su programa Red Table Talk dijo que el destino de su cuerpo está en un "poder superior" y aceptarlo le ha ayudado a encontrar una perspectiva para lidiar con el impacto emocional de la alopecia.
"Hay gente aquí con cáncer, con niños enfermos... Veo cómo el poder superior se hace cargo de las cosas todos los días", dijo, añadiendo que su pérdida de cabello palidece en comparación con otros problemas.
"Cuando lo miré desde esa perspectiva, me tranquilicé".
Como resultado de los cambios físicos, Smith comenzó a usar pañuelos en la cabeza, lo que, según ella, funge como una opción de moda que le da poder: "Cuando mi cabello está envuelto, me siento como una reina", dijo.
Hace apenas unos días puso una publicación donde mostraba su cabeza calva adornada con una suerte de collar dorado, orgullosa.