Patti Smith: "Hay mucha gente en Estados Unidos que quiere y respeta a los mexicanos"
A pesar de los años que lleva bajo los focos, la rockera estadounidense Patti Smith no se esconde.
Con una aparentemente intacta libertad de espíritu y una sensibilidad que emociona, cautivó al público del Festival Hay que se celebra del 6 al 9 de septiembre en la ciudad mexicana de Querétaro, donde ella era una de los invitados estrella.
Se subió al escenario el viernes tras una tormenta épica que inundó las calles y que, según luego explicó, la inspiró para escribir.
Allá, además de interpretar varias canciones suyas y ajenas (como "Imagine", de John Lennon) junto con el guitarrista Lenny Kaye, la apodada "madrina del punk" leyó dos poemas que subrayan su relación con México, un país que dijo amar.
El primero fue "Red Song" ("Rojo"), inspirado en las pinturas de Diego Rivera.
Y luego llegó "Hecatombe", el poema que le dedicó en 2012 a su admirado escritor chileno Roberto Bolaño tras leer su libro "2666", en el que los asesinatos de mujeres en una ciudad llamada Santa Teresa, y que es Ciudad Juárez, son una herida abierta.
Un ícono
Hija de un obrero de una fábrica y una camarera, cuenta que en su juventud no tenía miedo a la pobreza, a tener que dormir en el metro, siempre que pudiera dedicarse al arte.
Y eso es lo que hace al menos desde 1967, cuando se mudó a la ciudad de Nueva York y empezó a participar en la escena artística de Manhattan, donde comenzó su relación con el fotógrafo Robert Mapplethorpe y que ella relató en sus memorias "Just Kids" ("Éramos unos niños", en español).
Pero pronto incorporó la música a sus poemas y con su primer album, "Horses", Smith se convirtió en un ícono, y el disco en un sonido definitorio de la década de 1970.
El sábado en Querétaro siguió cautivando al público durante su conversación con el editor de Sexto Piso Diego Rabasa, donde habló de su condición de artista, de la literatura y la política -incluido su disgusto con el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump- y desgranó su visión original de la realidad.
"Yo no soy Donald Trump"
Cuando llegó la inevitable pregunta del público sobre el "atropello" contra los niños migrantes centroamericanos en Estados Unidos, Smith se declaró "avergonzada" y "enojada", pero también quiso abundar en su mensaje de unión y fraternidad.
"Cada día pienso en estos niños. Cada niño es hijo mío, cada madre es mi madre", aseguró Smith, quien tiene dos 2 hijos.
"No queremos que separen a los niños de sus madres", dijo la cantante, quien explicó que una de las razones por las que aceptó participar en esta edición del festival en México fue para "hacer saber a la gente que hay mucha gente en Estados Unidos que quiere y respeta a los mexicanos".
Y aprovechó para mandar el afecto a los mexicanos de parte de su amigo Michael StIpe, cantante del grupo R.E.M.
Calificó al actual gobierno estadounidense de "inhumano", pero también afirmó: "Ellos no somos nosotros. Yo no soy Donald Trump, yo no soy mi gobierno, soy quién soy".
La cantante no se engaña, cree que vivimos en "tiempos terribles", donde el cambio climático es el problema a resolver más importante, y en un escenario cada vez más polarizado.
Pero animó a sobreponerse a los intentos por dividirnos que parten "de gobiernos y corporaciones" y a comunicarnos más.
Hay que "creer en el principio del amor", amar a los demás a no ser que te demuestren estar equivocado. "El amor es nuestro principio rector más importante".
"Tenemos que derribar los muros. No puede haber muros", declaró.
"No soy el centro del universo"
A sus 71 años, Smith parece conservar intacta su vocación artística, sin atisbo de cinismo ni cansancio.
"Mucha gente tiene talento, pero a veces sientes una llamada", dijo, sin importar los sacrificios que conlleve la vida de artista.
Y en momentos en los que la musa no acompaña, la curiosidad y un acercamiento detectivesco hacia la realidad siempre salen a sostener a la artista, quien ha publicado 11 discos y varios libros.
Smith también explicó su particular concepción de la humanidad y el tiempo.
"Somos todas las edades y todos los periodos. Nos vemos a nosotros mismos como lineares, pero estamos en todos lados y lo mismo nuestra experiencia".
Y con el paso de las décadas, ella ha ido aprendiendo, dijo, que ser artista "no me hace más importante que nadie".
"Aprendí que no soy el centro del universo".