"El partisano negro" cuya historia recuerda el oscuro pasado colonial de Italia en África
El ayuntamiento de Roma votó a principios de este mes poner a una futura estación de metro el nombre de Giorgio Marincola, un italo-somalí que fue miembro de la resistencia italiana.
Murió a la edad de 21 años cuando las tropas nazis se replegaban y, en su camino de regreso, abrieron fuego contra un puesto de control el 4 de mayo de 1945.
Ocurrió solo dos días después de que Alemania se rindiera oficialmente en Italia al final de la Segunda Guerra Mundial.
La estación, que actualmente está en construcción, iba a llamarse Amba Aradam-Ipponio.
El nombre hace referencia a una campaña italiana en Etiopía en 1936.
En ella, las fuerzas fascistas lanzaron brutalmente armas químicas y cometieron crímenes de guerra en la tristemente célebre Batalla de Amba Aradam.
El cambio de nombre se produjo después de que se lanzara una campaña en junio a raíz de las protestas de Black Lives Matter, que hubo en todo el mundo tras el asesinato del afroamericano George Floyd por un policía estadounidense.
Fue iniciada por el periodista Massimiliano Coccia y está apoyada por activistas de Black Lives Matter, así como por otros periodistas, el escritor italo-somalí Igiabo Scego y el sobrino de Marincola.
El 'partisano negro'
Como primera acción los activistas colocaron una pancarta en el sitio del metro indicando que ninguna estación debería llevar el nombre de un hecho histórico de "opresión".
Y presionaron para que se recordara la corta pero notable vida de Marincola.
Se le conoce como el "partisano negro" y fue un miembro activo de la resistencia.
En 1953 recibió póstumamente el más alto honor militar de Italia, la Medaglia d'Oro al Valor Militare, en reconocimiento a sus esfuerzos y al sacrificio que hizo.
Marincola nació en 1923 en Mahaday, una ciudad en la provincia somalí de Shabelle, al norte de Mogadiscio, en lo que entonces se conocía como la Somalilandia italiana.
Su madre, Ashkiro Hassan, era somalí y su padre un oficial militar italiano llamado Giuseppe Marincola.
En ese momento, pocos colonos italianos reconocían a los niños nacidos de sus uniones con mujeres somalíes.
Pero Giuseppe Marincola desafió esa tendencia y llevó a su hijo e hija, Isabella, a Italia para que los criara su familia.
Isabella se convirtió en actriz, apareciendo notablemente en Riso Amaro (Bitter Rice), estrenada en 1949.
Giorgio Marincola sobresalió en la escuela en Roma y se inscribió como estudiante de medicina.
Durante sus estudios tuvo contacto con la ideología antifascista y decidió alistarse en la resistencia en 1943 en un momento en que su país de origen todavía estaba bajo el dominio italiano.
Demostró ser un aguerrido combatiente.
Se lanzó en paracaídas en territorio enemigo y resultó herido.
También fue capturado por las SS, el servicio de inteligencia nazi, que pretendían que delatara a sus compañeros partisanos en una estación de radio.
Según los informes, en la radio dijo: "Patria significa libertad y justicia para los pueblos del mundo. Por eso lucho contra los opresores".
La transmisión fue entonces interrumpida y se escuchó el sonido de una paliza.
'Amnesia colectiva'
Pero los activistas contra el racismo quieren mucho más que simplemente cambiar el nombre de una parada de metro.
Más allá de honrar la memoria de Marincola quieren destacar la historia colonial de Italia.
Quieren que las autoridades de Roma vayan más allá y comiencen un proceso para "descolonizar" los nombres y lugares de la ciudad.
Esto sucedió al mismo tiempo que en Milán, en medio de las protestas de Black Lives Matter, la estatua del controvertido periodista Indro Montanelli, fue manchada con pintura roja.
Montanelli defendió el colonialismo y admitió haberse casado con una niña eritrea de 12 años durante su servicio militar en la década de 1930.
Sin embargo, para lograr un cambio verdadero es necesario tener conciencia del pasado.
Cronología colonial de Italia en África Oriental:
- 1890: el Reino de Italia toma Eritrea y la proclama como su colonia
- 1895: Italia invade Etiopía, entonces llamada Abisinia.
- 1896: las fuerzas italianas son derrotadas por los etíopes en Adwa y firman un tratado que reconoce la independencia del país.
- 1889: Italia establece un protectorado en el centro de Somalia.
- 1935: La Italia fascista invade Etiopía y es acusada de crímenes de guerra y uso de armas químicas durante su campaña.
- 1936: los italianos capturan Addis Abeba. Etiopía, Eritrea y la Somalilandia italiana se convierten en África Oriental Italiana
- 1937: las fuerzas italianas en Addis Abeba matan a unas 19.000 personas durante tres días en febrero en represalia por el intento de asesinato del hombre designado por Mussolini para gobernar la colonia
- 1941: tropas británicas y de la Commonwealth, ayudadas por la resistencia local, derrotan a los italianos en la región.
El problema en este momento es que en Italia parece haber una amnesia colectiva generalizada en relación a su historia colonial.
En los años que he pasado informando desde el país, siempre me sorprende lo poco que la mayoría de los italianos parecen saber sobre su historia colonial, ya sea en Roma, Palermo o Venecia.
No se reconocen el alcance de la participación de Italia en Eritrea, Somalia, Libia y también Albania hasta la ocupación fascista de Etiopía por Benito Mussolini en la década de 1930.
Boloñesa somalí
El mes pasado, Somalia celebró el 60º aniversario de su independencia.
Después de 30 años de conflicto, todos los recuerdos de la época colonial se han perdido, excepto en la cocina.
Un plato básico de la cocina somalí es el "suugo suqaar", una salsa que se come con "baasto" o pasta.
Pero para esta boloñesa somalí, usamos ternera, cabra o cordero en cubos con nuestra versión del clásico soffritto italiano - zanahorias, cebolla y pimientos salteados - al que agregamos especias.
Me encanta cocinar estos platos y el verano pasado, mientras estaba en Palermo, lo hice para amigos italianos, sirviéndolo con shigni, una salsa picante con plátanos.
Herencia culinaria
Era una combinación extraña para los italianos, aunque mis amigos se sumaron con entusiasmo.
Y los somalíes también han dejado su propia huella en Italia, no solo a través de los hermanos Marincola, sino en la literatura, el cine y los deportes.
Cristina Ali Farah es una conocida novelista, Amin Nour es actor y director, Zahra Bani pertenece al equipo olímpico de lanzador de jabalina y Omar Degan es un conocido y respetado arquitecto.
Y hoy en día, los somalíes constituyen a la vez algunos de los migrantes más antiguos y nuevos de Italia.
En la primavera de 2015, pasé una tarde cálida deambulando por las callejuelas cercanas a la estación Termini de Roma, reuniéndome con somalíes que habían estado en Italia durante décadas y somalíes que habían llegado en botes desde Libia.
Los nuevos en Italia llaman a la comunidad más antigua "mezze-lira", que significa "media lira" para denotar su doble identidad somalí-italiana.
A su vez, los somalíes establecidos llaman "Titanics" a los recién llegados.
Una referencia a los tiempos difíciles que la mayoría de los migrantes han enfrentado al hacer el peligroso viaje a través del Mediterráneo para llegar a Europa, y las vidas que enfrentarán en Italia con el auge político de los partidos anti-migración.
El nombramiento de una estación en honor a Marincola es un paso importante para todos ellos, y un recordatorio oportuno para todos los italianos de los largos vínculos entre Italia y Somalia.