Aunque parezca insólito que en la era digital sea un buen negocio vender figuritas coleccionables... lo es.
La empresa estadounidense Funko se hizo conocida por sus pequeñas figuras de vinilo de cabezas grandes y cuerpos pequeños, llamadas Funko Pop, porque encarnan famosos personajes de la cultura popular.
Son personajes de películas, series de televisión, videojuegos, cantantes, deportistas... y aunque hay productos de acceso masivo que se venden por cerca de US$10, las ediciones limitadas de un personaje (compradas por coleccionistas fanáticos) pueden llegar a valer miles de dólares en sitios como eBay.
¿Quiénes han sido funkeados? La lista es interminable: desde los personajes de Game of Thrones, Avengers y Star Wars, hasta los superhéroes de Marvel como el Capitán América, Spiderman y Hulk.
"El contenido es tan global que puedes encontrar fans en cualquier parte del mundo", le dice a BBC Mundo Johanna Gepford, vicepresidenta senior de Ventas Globales de Funko.
La empresa estadounidense ha creado miles de personajes y cuenta actualmente con más de 1.000 licencias para reproducir en su propio estilo a las estrellas de la cultura pop.
Salto en Wall Street
En lo que va del año, el precio de sus acciones ha subido en más de 100%, aumentando el valor de mercado de la compañía hasta unos US$980 millones.
Y con el estreno de grandes producciones cinematográficas este año, Funko espera tener buenos resultados, proyectando un aumento en las ventas de casi 20%.
Los inversionistas de la firma no la ven como un fabricante de juguetes. Su real valor, dicen, está en la propiedad intelectual de un diseño que es único.
Y aunque es un mercado de nicho, no ha parado de crecer.
En 2018 las ventas totales aumentaron 33% (llegando a US$686 millones), mientras que las ventas internacionales subieron 57%, una señal de la expansión en nuevos mercados.
Uno de ellos es América Latina, donde el mercado más grande es México.
"Latinoamérica es un mercado que ha estado creciendo significativamente en los últimos años", explica Gepford.
Y los productos más vendidos en el mercado estadounidense, son también los más vendidos en la región, apunta.
Entre ellos, Avengers, Fortnite, Harry Potter o la serie Stranger Things, entre otros.
Pero la firma también se caracteriza por hacer ediciones especiales de personajes que incluyen menos de 100 unidades o personajes híbridos que unen dos figuras.
Aunque es menos usual, también han creado personajes para un mercado específico, como Merlion, la criatura mítica de Singapur, fabricada especialmente para ese país.
Y hasta para la última elección presidencial en Estados Unidos, la firma lanzó una edición de Funko Pops con los tres candidatos principales: Donald Trump, Hilary Clinton y Bernie Sanders.
La compra de licencias comerciales
Funko nació en un garage en Washington en 1998. Como al diseñador Mike Becker, le encantaba coleccionar productos vintage que le recordaban su infancia, decidió hacer un pequeño negocio inspirado en esa nostalgia.
Invirtiendo US$35.000 que tenía en ahorros, creó Funko y uno de sus primeros productos fue Freddy Funko, inspirado en un personaje que aparecía en una caja de cereales de la década de los 60.
En 2005, Becker le vendió la empresa a Brian Mariotti, quien se convirtió en su director ejecutivo y lanzó al mercado los Funko Pops en 2010.
El corazón del modelo de negocios de la empresa es la compra de licencias para reproducir personajes famosos con su propio diseño.
En los contratos para el uso de licencias, Funko debe pagar un royalty por el uso de la propiedad intelectual de las grandes marcas que debilita sus ganancias.
Por eso, la empresa ha desarrollado su propio universo de personajes, llamado Wetmore Forest, con el objetivo de que una parte de sus productos no dependan de las licencias.
Y la aspiración de la compañía es que al convertirlos en personajes de películas o series de televisión, les permita ganar autonomía y darle un giro más amplio al negocio.