Fotógrafo del Año de la Vida Silvestre: las impresionantes imágenes ganadoras del concurso
Dos monos catarrinos descansando en una piedra y viendo al horizonte. Esa es la imagen que ganó el premio al Fotógrafo del Año de la Vida Silvestre 2018.
Pero, ¿en qué estaban pensando? ¿Qué estaban viendo? Una gran pelea entre otros miembros de su grupo.
La foto fue tomada por Marsel van Oosten en las montañas Qinling, en el centro de China.
El holandés tuvo que seguir a los animales por varios días para entender sus dinámicas y su comportamiento. Su objetivo era mostrar, en la misma toma, el hermoso pelaje de un mono catarrino macho y su cara azul.
La perseverancia de van Oosten le permitió lograrlo incluyendo a una mona de menor tamaño.
El fotógrafo le dijo a la BBC que estaba sorprendido y honrado de haber recibido el premio con su imagen.
"Es una especie en peligro de extinción, pero mucha gente no sabe ni siquiera que existe, así que es importante que nos demos cuenta de que hay muchas especies en este planeta que están en riesgo. No son solo rinocerontes, tigres y osos polares", le dijo a la BBC.
Roz Kidman Cox, jurado principal del premio, comentó que aunque la foto no es particularmente llamativa ni impresionante, tiene algo fascinante que cautiva.
"A medida que revisábamos las fotos que concursaban, volvíamos a ver ésta. Parece parte de una escenografía, creo que la diferencia la hacen los colores y la luz".
Kidman Cox dijo que estos monos suelen estar en los árboles, pero van Oosten logró capturarlos abajo y utilizar una luz sutil para realzar el pelaje del animal.
Leopardo recostado, de Skye Meaker
El premio para los competidores que concursaron en la categoría para menores de edad se lo llevó el sudafricano Skye Meaker con la imagen de un leopardo adormilado en la Reserva del Juego Mashatu, en Botsuana.
El animal es muy conocido y recibe el nombre de Mathoja, que en lenguas bantúes (utilizadas en varios países africanos), significa "el que cojea".
El joven, de 16 años, explica que la vida de este leopardo es más difícil que para otras especies similares porque no puede arrastrar a su presa muerta a los árboles para comérsela. Esto quiere decir que lo hace en la tierra, con las hienas a su alrededor tratando de comer algo.
"Esperamos varias horas para lograr la foto. Quería que Mathoja tuviera los ojos abiertos, y por un par de minutos, eso fue lo que pasó. Nos vio directamente", cuenta Meaker.
Kidman Cox cree que el chico tiene un gran futuro.
"He visto muchos leopardos, es un cliché, pero Meaker logró algo diferente. Creo que tiene que ver con la luz y el fondo verde moteado, además de la expresión en la cara del leopardo".
Estos son algunos de los ganadores en las otras categorías:
Búhos en una tubería, de Arshdeep Singh
Categoría: Menores de 10 años
Arshdeep Singh ganó por haber tomado esta foto en las afueras de Kapurthala, una ciudad en Punjab, un estado en el norte de India.
"Vi que los búhos volaron dentro de la tubería y le conté a mi papá. El dijo que no era posible, pero paró el carro. Tuvimos que esperar unos 20 o 30 minutos hasta que volvieron a salir. Fue entonces cuando tomamos la foto", explica el niño.
Cama de focas, de Cristóbal Serrano
Categoría: Animales en su hábitat
El español Cristóbal Serrano tomó esta foto de focas cangrejeras descansando en un pedazo de hielo en la Península Antártica. Estos animales tienen una relación cercana con el hielo marino porque les permite descansar y conseguir crustáceos minúsculos. Los camarones antárticos son su principal fuente alimenticia.
Abeja revolcándose en el barro, de Georgina Steytler
Categoría: Comportamiento, invertebrados
Georgina Steytler tomó esta foto en la Reserva Natural de Walyormouring, en el oeste de Australia.
"Con un teleobjetivo empecé a tomar fotos, una tras otra. Quería una en la que se viera a una avispa cargando una bola de barro, lograr que se vieran dos, fue increíble. Es suerte, pero tienes que estar en el lugar y el momento correcto con el equipo adecuado", dice Steytler.
Las avispas usan estas bolas de barro para construir nidos en los que puedan poner sus huevos.
Vuelo nocturno, de Michael Patrick O'Neill
Categoría: Bajo el agua
El fotógrafo estadounidense Michael Patrick O'Neill logró fotografiar a este pez volador una noche, cuando buceaba en Palm Beach, en Florida, Estados Unidos.
Estos peces son muy tímidos en el día, pero en la noche es más fácil acercarse a ellos. O'Neill utilizó varias cámaras y distintos tipos de luz para lograr esta imagen del animal que parece de otro mundo.
El payaso triste, de Joan de la Malla
Categoría: Fotoperiodismo de la Vida Salvaje
Joan de la Malla tomó esta terrible imagen de un mono en la calle en la isla de Java, en Indonesia.
Es un macaco forzado a utilizar una máscara de payaso. "Es doloroso porque el mono tiene la mano levantada y está tratando de quitársela", explica.
El fotógrafo español ha estado trabajando con grupos que trabajan por el bienestar de los animales para tratar de acabar con esta práctica.
En las últimas semanas se logró que Timbul, el mono que aparece en la foto, regrese a su hábitat.
Madre defensora, de Javier Aznar González de Rueda
Categoría: Fotógrafo de Portafolio de la Vida Salvaje
Javier Aznar González de Rueda, otro fotógrafo español, concursó con una serie de imágenes. En ésta, se ve a una una madre cuidando a sus ninfas, en la Reserva del Jardín de los Sueños, en Ecuador.
El insecto pondrá sus huevos en la parte inferior de una hoja de belladona y los cubrirá con una delgada secreción. Una vez que los huevos se rompen, se desarrollan en cinco etapas que varían en tamaño, color y ornamentación.
Empecinado, de David Herasimtschuk
Categoría: Comportamiento, anfibios y reptiles
En esta foto, tomada en el Río Tellico, en el estado de Tennessee, en el sur de Estados Unidos, se ve a una serpiente marina en la boca de una salamandra.
Herasimtschuk explicó que, al final, y después de forcejear, la culebra se escapó de la salamandra acuática más larga de América del Norte.
Barrido por el viento, de Orlando Fernández Miranda
Categoría: Ambientes de La Tierra
En la foto se ve la parte superior de una duna en el desierto Costa Esqueleto, en Namibia, donde los montículos esculpidos por el viento en la arena se juntan con las olas del Atlántico.
Si se mira en detalle, se verá la niebla que suele formarse en esta región de África. A medida que se mueve tierra adentro, la humedad que trae permite que sobrevivan plantas e insectos.
El premio al Fotógrafo de la Vida Salvaje del Año es uno de los más prestigiosos y se entregó por primera vez en 1964. Actualmente, la competencia es organizada por el Museo de Historia Natural de Londres.