"Ahora que tengo 18 años, ¿dónde me vacuno?"
Ethan Lindenberger es un joven estadounidense que al alcanzar la mayoría de edad y ver que era un "estudiante de último año de colegio ahora con un auto, un permiso de conducir y dinero propio", ya podía hacer lo que su madre no le había permitido nunca: vacunarse.
No sabía cómo hacerlo, así que, como mucha gente de su edad, acudió al popular foro de intercambio de noticias y opiniones Reddit en busca de ayuda. La pregunta que publicó allí acabó protagonizando titulares y, tres meses después, ha acudido a Washington DC para contar su caso al Senado.
Lindenberger se presentó este martes ante el comité que ve los temas de salud para relatar cómo su madre se convirtió en una firme creyente de las teorías antivacunas que inundan la red y se negó a inmunizarlo a él y a sus hermanos menores.
"Mi madre es una defensora antivacunas que cree que las vacunas causan autismo, daño cerebral y que no benefician a la salud y seguridad de la sociedad, pese a que esas opiniones han sido desmentidas muchas veces por la comunidad científica", afirmó.
¿Dónde se informa su madre sobre estos supuestos efectivos negativos de las vacunas? Según el joven, en Facebook.
¿Y dónde se informa él? "No en Facebook", le respondió al comité con una sonrisa. "Quiero decir, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de la Organización Mundial de la Salud, de revistas científicas y también de la información que es citada por esas organizaciones, como el Instituto de Medicina".
"Conspiración del gobierno"
Los padres de Lindenberger creen que las vacunas "son una especie de conspiración del gobierno", según escribió en Reddit el pasado mes de noviembre.
"Es estúpido y he tenido innumerables discusiones sobre este tema. Pero, debido a sus creencias, nunca he sido vacunado de nada. ¡Dios sabe cómo sigo vivo!", explicó entonces.
Ante el Senado, contó que en diciembre comenzó a ponerse al día con sus vacunas pese a la desaprobación de su madre, a quien durante su niñez, siempre oyó hablar abiertamente sobre su creencia de que las vacunas eran peligrosas.
"A lo largo de mi vida se plantaron en mí semillas de duda y me surgieron preguntas ante las reacciones negativas que mi madre recibía [cuando daba su opinión en contra de las vacunas]".
"Al llegar a la secundaria y empecé a pensar críticamente por mi cuenta, vi que la información en defensa de las vacunas tenía mucho más peso que las preocupaciones".
Ante la evidencia, Lindenberger dijo que habló con su madre varias veces para intentar explicarle que las vacunas eran seguras. En una de esas ocasiones, cuando le mostró a su madre documentación de los CDC que negaba que las vacunas causaran autismo, ella le respondió: "Eso es lo que ellos quieren que creas".
"El escepticismo y la preocupación le estaban llevando la delantera a la información", lamentó el joven, que cree que esta última es la clave para mantener combatir brotes como los de sarampión que se están dando en varias partes del mundo.
"Mi madre recurría a grupos antivacunas en internet y en redes sociales, buscando su evidencia y defensa en vez de recurrir a las autoridades de salud", dijo Lindenberger , que recordó que todo lo que hizo su madre no surgió de malicia alguna sino del amor y preocupación por sus hijos. "Fue con respeto y amor que estuve en desacuerdo con mi madre".
El joven condenó que haya individuos y organizaciones que difunden este tipo de información incorrecta para esparcir "temor" entre el público "egoístamente para su propio beneficio".
"Para mi madre, su amor y afecto como progenitora fue usado para impulsar intenciones ocultas que causaran una angustia falsa y estas fuentes que difunden desinformación deberían ser la principal preocupación de los estadounidenses".