El mítico "Monólogo de las lágrimas en la lluvia" con que Rutger Hauer pasó a la historia
"Llegó la hora de morir", sentenció Roy Batty en la escena final Blade Runner, el clásico filme de ciencia ficción de 1982.
Ahora, 37 años después, murió Rutger Hauer, el actor que interpretaba a Batty, en el mismo año en el que, según la película, murió su personaje.
Hauer, nacido en Holanda, falleció el viernes 19 de julio a los 75 años pero su funeral fue este miércoles.
Antes de llegar a Hollywood Hauer ya era famoso en su país. Fue reconocido por sus participaciones en películas de terror y de vampiros y tuvo apariciones en películas como Sin City, Batman Begins y en la serie True Blood, de HBO.
Pero es su papel en Blade Runner con el que sus fans siempre lo recordarán, especialmente por el monólogo con el que termina la película.
Futuro distópico
Blade Runner, dirigida por Ridley Scott, imagina cómo sería el mundo en Los Ángeles en 2019.
La película dibuja una realidad distópica en la que Batty pertenece a un grupo de replicantes (androides que se hacen pasar por humanos).
El protagonista es Harrison Ford, que interpreta a Rick Deckard, un agente que tiene la misión de encontrar y destruir a los replicantes.
En su momento, Blade Runner solo tuvo dos nominaciones a los premios Óscar, Mejor dirección de arte y Mejores efectos visuales, pero con los años se convirtió en una película de culto para los aficionados a la ciencia ficción.
El monólogo
Pero si la película en general es un clásico, en particular el monólogo final de Batty es una pieza que para muchos resulta inolvidable.
La escena ocurre en un enfrentamiento cara a cara entre Batty y Deckard, en medio de una noche lluviosa.
"He visto cosas que ustedes no creerían", le dice Batty a Deckard.
"Naves de combate en llamas en el hombro de Orión. He visto relámpagos brillando en la oscuridad cerca de la entrada de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Llegó la hora de morir".
Fue tal el impacto de esas palabras que pasaron a la historia como "El monólogo de las lágrimas en la lluvia" y desde entonces, se han vuelto a citar en canciones, libros y hasta en otras películas.
El propio Hauer participó en la redacción del parlamento.
A partir de una versión que originalmente era más larga, el actor la modificó para hacerla más corta e incluirle la frase sobre las lágrimas y la lluvia.
A Ridley Scott le pareció tan buena que incluso le preguntó a Hauer si lo había copiado.
Así, con su ingenio y su genial actuación, Hauer le imprimía un sello sublime a una escena que retrata el inusual enfrentamiento entre el hombre y la máquina, entre la vida y la muerte.