Arthur Brand, "el Indiana Jones del arte" que encontró un Picasso robado valuado en US$28 millones
Durante casi 20 años, fue uno de los misterios de la historia del arte.
Buste de Femme (Dora Maar), un cuadro de Pablo Picasso, fue robado en 1999 del bote de un jeque saudita y no se supo más de él.
Se cree que desde entonces circuló por el inframundo del crimen organizado del norte de Europa hasta hace unos días, cuando finalmente fue encontrado.
El hallazgo del cuadro, valorado en US$28 millones, no solo sorprendió a los amantes de Picasso, sino que también puso de nuevo en los titulares el nombre de la persona que lo encontró.
Se trata de Arthur Brand, un holandés que ha pasado a ser nombrado como el "Indiana Jones del mundo del arte", por su sorprendente capacidad para encontrar cuadros desaparecidos.
Su hombre saltó a la palestra el año pasado, cuando localizó un mosaico bizantino que habían robado de una iglesia en Chipre en la década de 1970.
También ganó el reconocimiento internacional en 2015 cuando encontró los Caballos de Hitler, dos estatuas de bronce del escultor nazi Joseph Thorak.
Pero según contó a medios holandeses, una de sus tareas más complicadas fue seguir los rastros del cuadro de Picasso que muchos ya daban por perdido.
"Todos asumieron que había sido destruido, eso es lo que sucede con el 90% de todo el arte robado, porque no se puede vender", contó al periódico holandés De Volkskrant.
¿Cómo lo encontró?
La búsqueda de Brand del retrato robado comenzó en 2015 después de que se enteró de que un "Picasso robado de un barco" estaba circulando entre grupos criminales de Holanda, aunque no se sabía de qué pieza se trataba.
Tras varios años de búsqueda, Brand descubrió que la pintura era Buste de Femme (Dora Maar), o Retrato de Dora Maar, como se conoce en español.
El cuadro estaba inspirado en Dora Maar (quien nació como Theodora Markovitch en 1907) la reconocida fotógrafa y artista que estuvo en una relación con Picasso de 1936 a 1943.
El cuadro había sido robado del Coral Island, un lujoso yate del multimillonario saudí Sheikh Abdul Mohsen Abdulmalik Al-Sheikh, mientras estaba anclado en Antibes para su renovación.
Fueron necesarios varios años y algunas pistas falsas hasta que pudo determinar que era el Picasso robado del yate del multimillonario saudita Abdul Mohsen Abdulmalik Al Sheik.
Cuando supo cuál era la obra en cuestión, recurrió a personas que podrían haberlo comprado sin darse cuenta de lo que realmente era. Recibió una respuesta a principios de mes.
"Dos representantes de un comerciante holandés me contactaron, diciendo que su cliente tenía la pintura y estaba al borde de un ataque de pánico", le dijo a la agencia de noticias AFP. "Pensaba que la obra era parte de un negocio legítimo. Resulta que el negocio fue realmente legítimo, pero la forma de pago no", contó Brand.
Los intermediaros holandeses se presentaron en el apartamento de Brand con la obra envuelta en una sábana y bolsas de basura negras.
Las policías francesa y holandesa ya habían cerrado el caso y dijeron que no procesarán al empresario.
El retrato de Picasso se encuentra en manos de una compañía de seguros que decidirá el siguiente paso.