En qué consiste el "currículum de felicidad" del dalái lama que se enseñará en escuelas de India
Fomentar el bienestar interior y la felicidad de los alumnos a través del entendimiento de la mente y las emociones humanas.
Ese es el objetivo del "currículum de la felicidad" que presentó el exiliado líder espiritual tibetano, el dalái lama, y que se enseñará en 1.000 escuelas del estado de Delhi, en India.
El anuncio se hizo a principios de julio en una ceremonia conjunta en la que estuvieron presentes las autoridades estatales de Educación.
La noticia, divulgada ahora por la agencia Reuters, generó gran interés en las redes sociales hasta convertirlo en uno de los temas más comentados de este jueves.
"Nuestra meta es alcanzar y desarrollar la compasión y la felicidad. Para lograrlo necesitamos mayor conocimiento de todo el sistema de emociones", declaró el Dalai Lama.
"India es el único país que puede incorporar la educación moderna al ancestral conocimiento indio. Esto es necesario para hacerle frente a las emociones destructivas del mundo", explicó el líder espiritual.
Resaltó, sin embargo, que esos valores del programa educativo no están basados en religión sino en el sentido común y el conocimiento científico.
Sabiduría india
El dalái lama djo que las antiguas prácticas indias para cultivar una mente calmada y tolerante (conocida como shamantha) y la percepción (yipashanya) generan un sutil entendimiento de los mecanismos de la mente.
Asimismo, aseguró que la sabiduría india fomenta la compasión y la no violencia.
"Aunque las maneras de enfrentar las emociones destructivas están explicadas en los textos budistas, no hay razón por la cual no podamos extraer ese conocimiento y examinarlo de una forma secular y académica", expresó.
El religioso prevé que tomará entre seis meses y un año que los estudiantes alcancen el estado interior al que se aspira.
El currículum está diseñado no solo para transformar a los estudiantes en buenos seres humanos que puedan propagar la felicidad, sino que ellos mismos se conviertan en profesionales relajados que no se dejen llevar por la corrupción.
Las "clases de felicidad" empezaron esta semana y constan de un período diario de 45 minutos con varias actividades y ejercicios mentales enfocados en cómo mantenerse feliz.
Cada período empieza con una sesión de cinco minutos de meditación, seguidos de prácticas de concienciación, de gratitud e historias y actividades basadas en valores y morales.
Unos 800.000 estudiantes desde el nivel de guardería hasta el octavo grado participan en el programa.
¿Cómo son las clases?
Los estudiantes tienen cinco minutos para tranquilizarse y prestar atención a lo que sucede a sus alrededores. Esa es una de las maneras de concienciar.
Después, podrán escoger entre 20 historias y 40 actividades innovadoras que les servirán para pensar de manera lógica y creativa, y para entender su papel en el sistema social y en la naturaleza.
Las autoridades aseguraron que no habrá presión para completar todas las actividades del currículum. Lo importante es que el mensaje correcto sea absorbido por los alumnos.
Manish Sisodia, que es el vice ministro en jefe de Delhi y también encargado del departamento de Educación, lo calificó como "el más importante desarrollo en el sistema educativo que se concentra en la buena salud mental, el carácter y la adaptación".
Para Sisodia, los problemas de terrorismo, corrupción y contaminación pueden ser resueltos a través de la enseñanza escolar con una educación centrada en el ser humano.
"Los niveles de felicidad y bienestar han disminuido mientras que el estrés, ansiedad y depresión han estado aumentando", señaló el funcionario.
"El bienestar mental de un niño es importante. Niños felices aprenden más y están mejor dispuestos a aprovechar su potencial", dijo a los medios.
"Debimos haber hecho esto hace 100 o 150 años y no olvidarnos del verdadero significado de la educación. Nuestro sistema educativo solo genera funcionarios y falló en crear mejores seres humanos", reconoció.
La perspectiva ahora es poder extender el programa a otras escuelas por toda India y, como objetivo final, al resto del mundo.