El remoto pueblo que construye puentes y carreteras para honrar a sus muertos
A 3.100 metros de altura, Shimshal es el asentamiento más elevado en la región norteña de Hunza, en Pakistán, y el último poblado antes de la frontera con China.
Solo es posible llegar hasta allí a través de un camino rocoso, lleno de curvas, que cruza las montañas Distegill Sar y Karun Kuh.
Conocida como el camino del valle Shimshal, esta ruta es considerada una de las más peligrosas del mundo. Gran parte de la misma recorre el desfiladero del río Shimshal, en cuyo borde solo hay una caída empinada sin ninguna baranda de seguridad.
En mayo de 2017, recorrí junto a seis hombres en bicicleta los 56 kilómetros de ese camino desde la salida de Passu hasta Shimshal.
Durante gran parte de la ruta, me aferré con tanta fuerza al manubrio que me dieron calambres en las manos. Recé para que mis frenos no fallaran.
No era tan rápida ni tenía tanta seguridad como los hombres, así que prácticamente terminé haciendo la ruta sola.
Cuando finalmente nos acercamos al pueblo luego de siete horas, aparecieron junto al camino niños que parecían tímidos y curiosos al mismo tiempo.
La "Bolsa de Chichan"
Shimshal es una de las cuatro aldeas del valle de Shimshal, junto a Farmanabad, Aminabad y Khizarabad.
Sus habitantes son de la etnia wakhi, un grupo establecido a lo largo del norte de Pakistán, Afganistán, China y Tayikistán que pertenecen al ismaelismo, una rama del islam chiita.
Los adultos nos sonreían y saludaban mientras pasábamos, levantando la vista momentáneamente de sus labores para decirnos en inglés que éramos bienvenidos a su pueblo.
Tras pasar la noche en una casa de huéspedes ubicada en una pequeña colina detrás de la escuela, nos aventuramos a pie hacia el paso Shimshal, donde los aldeanos llevan sus rebaños de yaks a alimentarse en los exuberantes pastos.
Tras una excursión de unos 35 kilómetros llegamos hasta un chirriante puente colgante hecho de madera, soga y cadenasconstruido sobre un río. Una placa desgastada sobre la precaria plataforma tenía una inscripción que decía "Bolsa de Chichan".
Me pregunté que querría decir aquello. ¿Era el nombre del cruce o de esta zona concreta de la ruta? Hussain me dijo que había alguien en el pueblo que podría responder a mis dudas.
Más tarde, cuando estábamos de vuelta en nuestro hospedaje, nos reunimos a la hora de cenar en torno a una mesa y nos presentaron a Essa Khan, quien ha vivido en el pueblo toda su vida, al igual que sus antepasados de las últimas 12 generaciones.
Khan nos dijo que primero nos contaría sobre su familia y, luego, sobre el puente.
Su abuelo había sido carpintero. Un día decidió que quería convertir un terreno baldío cerca de Shimshal en un campo de cultivo.
Con sus propias manos, sin más herramientas que una pala y un rastrillo, labró la tierra para poder producir en ella cultivos de trigo, trigo sarraceno y cebada. Los cultivos fueron, y aún son usados, para preparar el pan que desde entonces es compartido e intercambiado en esa comunidad. Su nombre era Bolsa de Chichan.
Nomus
En 1995, Muhammad Bashi, el padre de Khan, construyó el puente como un "nomus" para su padre.
"Nomus", es una palabra wakhi que puede ser traducida como "mostrar preocupación por la humanidad", es un sistema único de filantropía social y es una parte integral de la sociedad en Shimshal.
En esencia, se trata de un sistema en el cual los miembros más ricos de una comunidad patrocinan un proyecto de construcción como un puente, un camino o una pared, proveyendo recursos, comida o su propio trabajo para honrar la memoria de un familiar (que puede estar vivo o muerto) y generar bendiciones divinas.
Si una persona ha donado su fortuna para el beneficio de todos, a cambio la gente cuidará y protegerá su propiedad.
Los habitantes de Shimshal consideran el "nomus" como una tarea de por vida y llegan incluso a escribir canciones en honor a quienes han ofrecido sus servicios para la comunidad. Este sistema no se practica en ningún lugar fuera del valle Shimshal y nadie conoce con certeza cuándo empezó a aplicarse. Solo se sabe que ha existido allí desde que los habitantes de la zona tienen memoria.
La mayor parte de los lugareños con los que hablé conocen la historia de sus familias hasta muchas generaciones anteriores y tienen memoria de las dificultades que vivieron trabajando como sirvientes, cuidando el ganado o como cargadores de los Mir que controlaban la región de Hunza cuando era una suerte de principado entre 1892 y 1947, cuando tuvo una alianza subsidiaria con la India británica; y entre 1947 y 1974, cuando fue un estado principesco de Pakistán.
Cuando el gobierno de Pakistán lo disolvió, los habitantes de Shimshal concentraron sus esfuerzos en construir su propia comunidad, sintiéndose orgullosos de poder valerse por sí mismos.
Ellos creen que la autosuficiencia es la manera de mantener bajo control sus propios asuntos y que ellos saben mejor que nadie cómo cuidar de sus tierras y su gente. "Nomus", con su objetivo central de beneficiar a la comunidad, es probablemente parte de esa creencia.
Le pregunté a Khan y a Hussain lo que sabían sobre esa tradición. Ambos coincidieron en que el hecho de que Shimshal había estado aislado de la mayor parte del resto del mundo durante tanto tiempo (hasta 2003 cuando la carretera del valle Shimshal fue terminada) probablemente llevó a la creación del "nomus".
Los habitantes de la zona necesitaban encontrar una manera de cuidar de sí mismos, estaban en un lugar demasiado remoto y aislado como para esperar ayudar de cualquiera fuera de la comunidad.
Khan señaló que sospechaba que la tradición "nomus" tenía al menos un siglo de antigüedad. "En los viejos tiempos, alguien que tenía muchas cabras y ovejas quizá decidió ofrecer algunas a la comunidad para que todos pudieran beneficiarse de ella. A cambio, la comunidad ayudaría a apacentar la manada".
La mayor parte de la infraestructura de Shimshal es resultado del "nomus", incluyendo los puentes, los paneles solares que dan electricidad a unas 250 viviendas y a la torre de telefonía celular; las paredes de roca que bordean los caminos del pueblo; y las casas de barro y piedra construidas a lo largo de la ruta.
También hay una organización manejada por la comunidad para proteger la naturaleza, que vela por la región y cuida de las tierras. Incluso el camino del valle de Shimshal solo pudo ser hecho a través del trabajo voluntario de miembros de la comunidad, así como el apoyo del programa rural Aga Khan y del gobierno de Pakistán.
Los habitantes de Shimshal están orgullosos de sus casas y del hecho de que ellos mismos construyeron el pueblo.
Bashi falleció a inicios de la década de 2000 y ahora Khan se encarga de mantener el puente Bolsa de Chichan, que tuvo que reconstruir en 2004 luego de que una inundación se lo llevó por delante.
Sus descendientes seguirán manteniendo el puente mientras exista y siempre llevará el nombre y seguirá siendo conocido como el puente de Bolsa Chichan. Si no lo hicieran, significaría deshonrar la memoria de su antepasado y no recibir las bendiciones divinas.
"Si mis hijos quieren construir algo para mí obviamente estaré feliz", dijo Khan, "pero eso depende de si ellos son capaces de construir y honrarme con algo o si ellos mantendrán lo que yo construí para mi padre, quien a su vez lo construyó para su padre. En cualquiera de esos casos, estaré feliz".