El primer puente para vehículos hecho con una impresora 3D y que resiste hasta 5 toneladas
Parece un puente común y corriente, sin ningún adorno especial ni un diseño arquitectónico que destaque. Pero es el primero del mundo construido con una impresora 3D por el que podrán transitar vehículos.
Se encuentra en una carretera nueva que rodea el pequeño pueblo holandés de Gemert-Bakel, 130 kilómetros al sur de Ámsterdam, y desde el martes permite a sus poco más de 30.000 habitantes cruzar una acequia.
Está pensado para bicicletas, uno de los principales medios de transporte en este país.
El puente es obra de una de los mayores consorcios especializados en construcción del país, el Royal BAM Group, que utilizó las instalaciones de la Universidad de Tecnología de Eindhoven, según informó la institución en su página web.
Mide ocho metros de largo por 3,5 de ancho y es capaz de soportar hasta cinco toneladas de carga.
Está compuesto de unas 800 capas de cemento comprimido y su construcción, que empezó en junio, tardó tres meses, según explicó la universidad al diario británico The Guardian.
"Está diseñado para cumplir su misión durante 30 o más años. Siendo Holanda un país donde hay más bicicletas que personas, se espera que centenares de ciclistas pedaleen cada día sobre este puente impreso", afirmó la universidad en un comunicado.
Una de las ventajas de esta técnica es que reduce las emisiones de CO2 en comparación con la tradicional, ya que emplea menos cemento, un material con una huella de carbono bastante grande.
En vez de rellenar un molde, la impresora deposita el cemento sólo donde se necesita.
Tras esta primera experiencia, sus investigadores se sienten capacitados ahora para embarcarse en proyectos más ambiciosos. Como el de la construcción de cinco casas con esta impresora en 3D, que ya está en marcha.
El puente holandés es el primero para vehículos, ya que existe al menos uno para peatones que se inauguró en diciembre pasado en Madrid.
La infraestructura española se encuentra en un parque de la localidad de Alcobendas y fue hecha por la empresa Acciona y el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) con concreto microreforzado.