El lago que ayuda a resolver el misterio del colapso de la civilización maya
Durante miles de años, la poderosa civilización maya logró construir un imperio en el que desarrollaron técnicas avanzadas de arquitectura, astronomía, matemáticas y agricultura.
Por eso, el colapso que sufrió en solo cientos de años es un tema que aún intriga a los investigadores de esta cultura.
En el siglo IX, los mayas enfrentaron un crisis durante la cual varias de sus ciudades fueron abandonadas y dinastías llegaron a su fin.
Y aunque permanecieron más allá de ese periodo, su poder político y económico no volvió a ser el mismo.
Hay toda clase de teorías que intentan explicar su rápido derrumbe.
Algunas de ellas están relacionadas con invasiones, guerras, epidemias y conflictos en las rutas comerciales.
Los factores medioambientales también pudieron ser determinantes y aunque siempre se han incluido entre las posibles causas del colapso, no se han cuantificado con precisión. Solo desde hace unas décadas se ha podido comenzar a estudiar en detalle.
Ahora, un nuevo estudio dice tener evidencias de que una fuerte sequía pudo contribuir a sellar el destino de la civilización maya.
La historia del agua
Antes, los estudios ya habían mostrado que el declive se dio durante un periodo de sequía, pero no se había medido qué tan seco había sido ese lapso.
Ahora, para tener más detalles, investigadores de la Universidad de Cambridge (Inglaterra) analizaron el agua del lago Chichancanab, ubicado a 70 kilómetros de la ciudad mexicana de Mérida, en la península de Yucatán, donde estuvo basada la civilización maya.
En su estudio, los expertos analizaron las capas de lodo del fondo del lago para "reconstruir" la historia del agua del Chichancanab entre los años 800 y 1000, que fue cuando los Maya tuvieron su declive.
La composición mineral de las muestras que analizaron les permitió concluir que durante el periodo que analizaron las lluvias se redujeron en promedio un 50% y en algunos casos hasta en un 70%.
Los científicos también pudieron identificar una disminución de entre 3% y 8% en la humedad relativa comparada con la de la actualidad.
"Una sequía tiene el potencial de desencadenar muchos de los problemas que pueden causar estrés en una civilización", le dijo a The Washington Post Nicholas Evans, uno de los autores del estudio.
Según los autores, estos datos muestran, por primera vez, lo larga y severa que fue la sequía que enfrentaron los mayas, lo cual puede ser útil para saber más sobre el impacto que pudo tener en su agricultura y organización social, así como entender mejor por qué desaparecieron.