La devoción por la serie "El juego del calamar" se extiende ahora al mundo de las criptomonedas.
Desarrolladores de videojuegos han creado una versión online del programa -que cuenta la historia de un grupo de personas obligadas a competir en juegos infantiles mortales por dinero-, para el que necesitas una criptomoneda llamada "Squid" (calamar en inglés) para jugar.
"Cuantas más personas se unan, mayor será la bolsa de recompensas", dicen los creadores de la divisa, al detallar que los desarrolladores se llevarán el 10% de la cuota de inscripción y el 90% restante se entregará al ganador final.
"Y lo que es más importante, ¡no proporcionamos consecuencias mortales aparentemente!", bromea el libro blanco de la web oficial Squidgame.cash.
Squid es lo que se conoce una criptomoneda de la modalidad "play-to-earn" o "jugar para ganar", donde la gente compra tokens para jugar a videojuegos online donde pueden ganar más tokens.
Éstos pueden cambiarse por otras criptomonedas o por dinero fiduciario.
En el caso de squid, muchos compradores serán gamers que quieran jugar a la versión online de "El juego del calamar", que estará disponible a partir de noviembre.
Las rondas individuales tienen costes para participar. Por ejemplo, jugar a la "Ronda 1: luz roja, luz verde", costará a un jugador 456 squid. Las rondas, un total de seis, se vuelven más caras a medida que se avanza.
Desde su estreno el martes, squid ha multiplicado, como la serie, su valor sin freno. Comenzó con un modesto US$0,01 y para este viernes ya superaba los US$6,27, un incremento de más del 60.000%.
De acuerdo con el sitio web de seguimiento de precios de criptomonedas CoinMarketCap, la nueva moneda virtual estuvo incluso en los primeros lugares de ganancias diarias.
Se estima entonces que su capitalización de mercado, o el volumen total en el mercado, ha alcanzado US$184 millones en tan solo 72 horas.
Las advertencias
Sin embargo, las dudas comenzaron a surgir cuando varios de los compradores intentaron sin éxito revender sus tokens.
El propio CoinMarketCap advirtió que muchos usuarios no han podido revender sus tokens en las bolsas de criptomonedas. "Hemos recibido varios informes de que los usuarios no pueden vender este token en Pancakeswap (lugar de intercambio). ¡Tenga cuidado al operar!", alertó.
Los consumidores también han manifestado sus preocupaciones en ese sentido en redes sociales.
Un comprador dijo a la BBC en Twitter que tiene US$7.500 bloqueados en la moneda y que espera que se liberen en 48 horas.
Mientras se aclara la situación, la compañía ha dicho que está utilizando una tecnología antidumping "innovadora" que limita que la gente venda sus monedas si no hay suficientes siendo compradas en el mercado.
No obstante, la empresa se abstuvo de responder inmediatamente a la petición de aclaración de la BBC.
"Esta criptodivisa se une a una larga y creciente lista de monedas y tokens digitales que se aprovechan de memes aleatorios o fenómenos culturales", declaró a la BBC Eswar Prasad, economista de la Universidad de Cornell.
"Sorprendentemente, muchas de estas monedas atraen rápidamente la atención de los inversores, lo que lleva a valorizaciones salvajemente infladas. Los inversores minoristas ingenuos que se dejan atrapar por estos frenesíes especulativos se enfrentan al riesgo de sufrir pérdidas sustanciales", advirtió.
Juegos para ganar
Los juegos de "jugar para ganar" se han hecho cada vez más populares durante la pandemia a medida que el auge de los juegos en línea impulsó el desarrollo del sector tecnológico GameFi, que combina el entretenimiento con herramientas reales para ganar dinero.
Se espera que el metaverso - una visión futurista de internet formada por espacios virtuales tridimensionales compartidos- ayude a este sector a desarrollarse aún más.
No sólo los operadores de criptomonedas se han beneficiado de la popularidad de "El juego del calamar".
Las suscripciones de Netflix experimentaron un aumento cuando se estrenó el programa. Según Bloomberg, se cree que el valor de la serie coreana para el gigante del streaming asciende a unos US$900 millones, de tan solo US$21,4 millones que costó su producción.
*Este artículo contó con información reportada por la periodista especializada en Negocios de la BBC Katie Silver.