El hombre al que atraparon con casi 5.000 sanguijuelas en un aeropuerto de Canadá
Un hombre fue multado con US$11.000 tras haber sido atrapado en un aeropuerto de Canadá intentando ingresar al país con miles de sanguijuelas vivas en su equipaje de mano.
El pasajero, identificado como Ippolit Bodounov, fue detenido en el aeropuerto Pearson de Toronto, luego de aterrizar en un vuelo que provenía de Rusia.
Las sanguijuelas fueron inicialmente detectadas por un perro entrenado de los agentes fronterizos.
Los hechos ocurrieron en octubre de 2018, pero solo el pasado 24 de mayo la Corte de Justicia de Canadá dictó la sentencia contra Bodounov, quien se declaró culpable de violar las regulaciones internacionales contra el tráfico de animales.
Las autoridades ambientales de Canadá informaron que al pasajero le hallaron 4.788 sanguijuelas vivas, que llevaba dentro de una bolsa de supermercado.
Bodounov no tenía los permisos legales para ingresar con las sanguijuelas.
Cuando Bodounov fue detenido, los oficiales solicitaron la ayuda de Sebastian Kvist, un experto en invertebrados del Real Museo de Ontario, quien dictaminó que las sanguijuelas pertenecían a las especie Hirudo verbena.
Los exámenes que se practicaron a los animales determinaron que habían sido tomados de su hábitat natural.
Usos medicinales
La Hirudo verbena es unaespecie de sanguijuela que se usa con fines medicinales y está sujeta a regulaciones, pues su sobreexplotación pone en peligro a los ejemplares que crecen en estado salvaje.
Las sanguijuelas son gusanos que succionan la sangre de animales y humanos.
Estos parásitos fueron una de las primeras especies protegidas con medidas de conservación, incluyendo restricciones para su exportación desde 1823.
La saliva de las sanguijuelas medicinales contiene propiedades diluyentes de la sangre y fue vital en los primeros resultados positivos de los tratamientos de diálisis en humanos.
Las autoridades de Canadá calculan que el tráfico ilegal de fauna salvaje es un negocio que mueve cerca de US$20.000 millones anuales.
Las autoridades confiscaron las sanguijuelas de Bodounov y, según informó Kvist, sorprendentemente todas sobrevivieron.