Las partículas de carbono negro que contaminan el aire que respiramos llegan hasta la zona de la placenta donde se encuentra el feto en desarrollo en las mujeres embarazadas, según un estudio que acaba de salir a la luz.
La investigación fue publicada por la revista científica Nature Communications y podría suponer el primer paso para explicar por qué la polución está vinculada a un mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y bajo peso al nacer.
Es la primera vez que se prueba que el hollín ?este tipo de partículas? "atraviesa la placenta", lo cual había sido sugerido, pero no se había podido demostrar hasta ahora, se lee en el estudio.
Los expertos de la Universidad de Hasselt (Bélgica) a cargo de la investigación dicen que las mujeres embarazadas pueden tomar medias preventivas, como evitar las calles con mayor tráfico.
Sin embargo, también advierten que la contaminación del aire solo puede combatirse "a nivel político".
Los científicos analizaron las placentas de cinco bebés que nacieron prematuramente y de otros 23 embarazos a término completo.
Usando imágenes de alta resolución, descubrieron partículas de carbono negro en el lado fetal de cada una de las placentas que observaron.
Las 10 madres que vivían más cerca de carreteras transitadas y, que por tanto habían sido expuestas a niveles más altos de polución durante el embarazo, tenían más partículas de contaminación en la placenta, en comparación con las que fueron expuestas a una polución menor, quienes vivían al menos a 500 metros de esas carreteras.
Los investigadores creen que esas partículas viajan desde los pulmones de la madre hasta la placenta.
Cómo funciona la placenta
La placenta está compuesta por:
- la placenta fetal, hecha del mismo tejido que forma el feto
- la placenta materna, hecha a partir de tejido del útero de la madre
El oxígeno y los nutrientes atraviesan la placenta materna hasta llegar a la placenta fetal y son después transportados al feto a través del cordón umbilical.
Los productos de desecho del feto, como el dióxido de carbono, retornan a través de ese sistema hacia el otro lado.
En el medio hay una membrana semimpermeable hecha de tejidos placentarios.
Se sabe que sustancias como el alcohol, la nicotina y otras drogas pueden atravesar la placenta, por eso se advierte que las mujeres eviten estas sustancias durante el embarazo.
"Mecanismo plausible"
En el estudio, liderado por el profesor Tim Narwot, quien está especializado en cómo factores ambientales afectan a la biología humana, se lee lo siguiente: "Nuestros resultados demuestran que la barrera placentaria humana no es impenetrable para las partículas (de carbono negro)".
"Deberán hacerse más investigaciones para demostrar si esas partículas pueden alcanzar el feto" y si eso "representa un mecanismo potencial que explique los efectos nocivos para la salud de la polución desde los primeros años de vida", agregaron.
Jonathan Grigg, un experto de la Universidad Queen Mary de Londres que estudia los efectos de la polución del aire en niños, le dijo a la BBC que hay "evidencias epidemiológicas muy fuertes de que la exposición de las madres a partículas de polución del aire está asociada con resultados adversos, como el aborto espontáneo".
"Este es el principio que muestra que hay un 'mecanismo plausible' que podría desencadenar esos efectos".
Andrew Shennan, catedrático de obstetricia en el King's College de Londres, añade que las "partículas pequeñas como las que se desprenden al fumar pueden causar bastantes enfermedades relacionadas con la placenta, y esto nuevos descubrimientos generan preocupación".
"Sus posibles efectos en el bebé y en la madre justifican una mayor investigación".
¿Qué pueden hacer las mujeres embarazadas?
Ambos expertos coinciden en que las mujeres embarazadas no pueden cambiar el entorno atmosférico en el que viven.
Grigg dice que las mujeres "no deberían obsesionarse demasiado a la hora de caminar por la calle, pero pueden pensar en buscar maneras de reducir su exposición (a partículas de carbono)".
"Es muy difícil para un individuo escapar de ello (de la contaminación), tenemos que respirar", dijo Narwot, el autor del estudio.
Pero sugiere algunas medidas que podrían ayudar:
"No ventilen las casas justo frente al tráfico, mejor en la parte trasera. Y cuando sea posible, si usan la bicicleta o caminan elijan las carreteras menos transitadas".
"Pero en general esto debe abordarse a niveles políticos".