La sequía ha dejado al expuesto un hallazgo asombroso en el sur de Estados Unidos.
Son huellas de dinosaurio de hace 113 millones de años que, según los primeros estudios de los expertos, quedaron grabadas en el lecho de un río en el estado de Texas que casi se ha secado.
Las grandes marcas corresponden a la pisada de un Acrocanthosaurus y habían permanecido ocultas bajo varias capas de sedimentos.
Fueron encontradas en el parque estatal Dinosaur Valley (Valle de los dinosaurios), en el centro de Texas, y son algunas de las mejor conservadas del mundo, dijo el superintendente Jeff Davis.
Casi todo el estado se enfrenta a una prolongada escasez de lluvia, según el Monitor de Sequía de EE.UU. La semana pasada, el 87% de la superficie de Texas estaba experimentando alguna de las tres categorías de sequía más graves: severa, extrema y excepcional.
Las condiciones excesivamente secas y calurosas del verano provocaron que un río que pasa por el parque se secara casi por completo, revelando las huellas de los dinosaurios.
Davis le dijo a la BBC que las huellas encontradas han sido bautizadas como "el camino del Llanero Solitario" y que pertenece a un dinosaurio de la especie Acrocanthosaurus que caminó por ahí.
Se estima que hay un total de 140 huellas de este dinosaurio, de las cuales 60 han quedado expuestas a lo largo de unos 30 metros.
Los Acrocantosaurios eran terápodos, es decir, un "típico dinosaurio de tres dedos", explicó Davis. Con una altura de unos 4,5 metros, habrían pesado alrededor de siete toneladas.
Estos dinosaurios probablemente se alimentaban del Sauroposeidon, otra especie cuyas huellas también se han encontrado en el mismo parque estatal.
El Sauroposeidon medía hasta 18 metros de alto, tenía un cuello largo y pesaba alrededor de 44 toneladas cuando estaba completamente desarrollado.
El clima extremo también ha dado lugar a otra sorpresa en EE.UU.
En el lago Mead, en Nevada, restos humanos han ido quedando al descubierto en el embalse (el más grande del país) a medida que han disminuido los niveles del agua.
Y en Europa han quedado expuestos vestigios de la Segunda Guerra Mundial y pueblos antiguos que quedaron bajo el agua.
No todas las sequías se deben al cambio climático, pero el exceso de calor en la atmósfera está acelerando la extracción de una mayor cantidad de humedad de la tierra y ha empeorado las sequías.
El mundo ya se ha calentado alrededor de 1,2 °C desde que comenzó la Era Industrial y las temperaturas seguirán aumentando a menos que los gobiernos de todo el mundo reduzcan drásticamente las emisiones, alertan los científicos.