Einstein: la confesión que revelan los nuevos manuscritos publicados del físico
Más de 110 nuevos manuscritos.
Esa es la cantidad de documentos del premio Nobel de Física, Albert Einstein, que fueron publicados por primera vez al cumplirse este mes de marzo el 140 aniversario de su nacimiento.
Las notas de Einstein fueron reveladas por la Universidad Hebrea de Jerusalén luego de que fueran donadas por la Fundación Crown-Goodman Family tras haberlas comprado a un coleccionista privado de Carolina del Norte, Estados Unidos.
Pero ¿qué hace que esta colección de documentos sea especial?
La confesión
La serie de manuscritos incluye trabajos del aclamado científico que nunca antes habían visto la luz pública ni habían podido ser objeto de investigaciones.
Contienen un apéndice del artículo de Einstein sobre la Teoría Unificada que no se había visto desde 1930.
El científico pasó tres décadas intentando unificar las fuerzas de la naturaleza en una sola teoría.
Según la universidad, se pensaba que el apéndice estaba perdido.
En una nota a su colega científica suiza Michele Besso, Einstein confiesa que después de 50 años de dedicación, no comprendía la naturaleza cuántica de la luz.
Los documentos también incluyen una carta en la que Einstein expresa su preocupación por el surgimiento del partido nazi en Alemania.
"Incluso en Alemania las cosas están empezando a cambiar lentamente. Esperemos que no tengamos primero una guerra en Europa", dice la nota enviada a su hijo Hans Albert en 1935.
La nueva colección se suma a los más de 80.000 artículos de los Archivos de Albert Einstein, que incluyen medallas, diplomas y fotografías.
Einstein fue uno de los fundadores de la universidad y donó sus escritos personales y científicos para crear los Archivos de Albert Einstein.
"En la Universidad Hebrea estamos orgullosos de servir como el hogar eterno para el legado intelectual de Albert Einstein, como lo deseaba él", dijo el director académico de los archivos, Hanoch Gutfreund.
En 2017, una carta de Albert Einstein en la que analiza el concepto de religión se vendió por casi US$2,9 millones.