Más de 100 años lleva sumergido bajo el hielo.
Pero ahora una ambiciosa expedición está cerca de hallar el famoso barco del explorador Ernest Shackleton, el Endurance.
El gran aventurero anglo-irlandés comandó una expedición a la Antártica con una meta que nadie había logrado hasta entonces: atravesar el continente helado de costa a costa.
Shackleton y sus hombres lograron desembarcar en el noroeste antártico a bordo del Endurance, un término que puede traducirse como resistencia.
Pocos días después el Endurance quedó atrapado entre bloques de hielo, que impulsados por los fuertes vientos comprimieron el barco hasta aplastarlo y hundirlo en noviembre de 1915.
Shackleton logró mantener a sus hombres unidos y guió a la tripulación hasta un sitio del que fueron eventualmente rescatados por un rompehielos de la Armada chilena.
El equipo científico que busca ahora al Endurance enfrenta una misión igualmente épica para localizar los restos del buque a cerca de 3.000 metros de profundidad.
Bloques de hielo
La misión para encontrar los restos del Endurance, llamada Expedición al Mar de Weddell 2019, está coordinada por Julian Dowdeswell, director del Instituto de Investigación Polar Scott, en Cambridge, Inglaterra.
Uno de los grandes desafíos será navegar entre los bloques de hielo que flotan en el Mar de Weddell, en el oeste de la Península Antártica.
Los científicos han pasado las últimas dos semanas investigando la plataforma de hielo Larsen C y y el mayor iceberg del continente, llamado A68.
Los investigadores acaban de anunciar que la etapa de exploración en Larsen C y A68 ya fue completada y se centrarán a ahora en localizar los restos del Endurance.
"Contamos con vehículos submarinos autónomos que pueden navegar el hielo y hacer un reconocimiento del lecho marino", explicó Dowdeswell.
"Ahora nos espera un viaje a través de cientos de kilómetros de hielo marino que es pesado y difícil de navegar", señaló el científico a la BBC.
"Tenemos un excelente rompehielos, pero es difícil saber hasta dónde lograremos llegar".
Sitio del hundimiento
Los científicos conocen con bastante precisión el sitio donde se encontraría el Endurance.
Uno de los integrantes de la expedición de Shackleton, Frank Worsley, era un navegante experimentado y registró con un sextante el lugar del hundimiento: 68°39'30.0" sur y 52°26'30.0" oeste.
Dowdeswell cree que el buque se encuentra en un radio de pocas millas náuticas de esa posición. Y espera que el rompehielos SA Agulhas II se acerque todo lo posible al lugar.
Ocean Infinity, una empresa estadounidense especializada en sondeos geofísicos, tiene un papel clave en la misión.
Su vehículo sumergible autónomo Kongsberg Hugin escudriñará el fondo del océano para elaborar un mapa de coordenadas geográficas con cuadrículas que representan áreas de 20km x 20km.
Si el aparato logra localizar al Endurance, otro vehículo será enviado al fondo del mar para fotografiar los restos de la embarcación.
Los organismos marinos que normalmente consumen la madera de buques hundidos no son tan efectivos en las aguas heladas de la Antártica. Y los científicos son optimistas de hallar los tablones del Endurance bien preservados.
Aunque el hielo aplastó al barco antes de hundirlo, los investigadores creen que partes del navío pueden estar íntegras.
"Creo que si logramos localizar al Endurance, es muy probable que el casco del barco esté semierguido y medianamente íntegro", afirmó en el blog de la expedición el arqueólogo marino Mensun Bound.
"Sin embargo, dada mi experiencia con otro hundimiento de un buque de madera, debo confesar que también es posible que el Endurance se haya partido al chocar contra el fondo del océano. Y en ese caso todos sus componentes se habrían diseminado como si se rompiera una caja de chocolates".
Plataforma de hielo
Hasta el momento la suerte parece estar del lado de la misión.
Otras expediciones pasadas ni siquiera consiguieron llegar a Larsen C, pero el rompehielos SA Agulhas II aprovechó las circunstancias climáticas favorables para alcanzar la plataforma.
Larsen C es una amalgama de frentes de glaciares desprendidos que se unieron en una plataforma flotante, la cuarta en tamaño de todo el continente.
Otras plataformas más al norte colapsaron en décadas recientes y los científicos quieren evaluar qué tan factible es que lo mismo ocurra con Larsen C.
Fue de esta misma plataforma que se desprendió el iceberg A68, con una dimensión de 6.000 km2, en julio de 2017.