La sonda Cassini realizó este lunes la primera de sus cinco zambullidas en la hostil atmósfera de Saturno que culminarán con su destrucción el 15 de septiembre, poniendo punto final a esta misión de dos décadas que revolucionó nuestro entendimiento del Sistema Solar.
En esta zambullida que se produjo a las 04:22 GMT, la sonda se acercó a 1.600 km de la parte superior de la atmósfera de este gigante gaseoso.
La maniobra estuvo diseñada para que los instrumentos de Cassini obtuviesen directamente muestras de los gases de la atmósfera superior.
Los científicos de la misión esperan que este acercamiento les permita obtener información sin precedentes sobre la composición química de Saturno, el sexto planeta en relación al Sol.
Actualmente, la sonda está dando vueltas alrededor del planeta en la zona que se encuentra entre su atmósfera y sus anillos.
Composición
Se cree que Saturno está compuesto de un 75% de hidrógeno y el resto es helio, explica Nicolas Altobelli, científico de la Agencia Espacial Europea y miembro del proyecto.
"Esperamos que el helio más pesado se esté hundiendo", le dijo el investigador a la BBC.
"Saturno irradia más energía de la que absorbe del Sol, lo que significa que hay energía gravitacional que se está perdiendo. Obtener medidas precisas del hidrógeno y el helio en las capas superiores fija un límite a la distribución total del material en el interior del planeta".
La nave enviará toda la información recogida cuando vuelva a ponerse en contacto con la Tierra el martes.
Se espera que tras el análisis de la maniobra, los científicos le permitan a Cassini volar aún más bajo en las cuatro zambullidas siguientes.
¿Cuánto exactamente?
Una de las grandes preguntas que la misión aún tiene por responder es cuánto dura un día en el planeta anillado.
Saben que dura aproximadamente unas diez horas y media, pero los científicos quieren obtener un dato más preciso.
La forma de averiguarlo es observando un desplazamiento entre el campo magnético y el eje de rotación del planeta.
Pero, desafortunadamente, todas las observaciones de la sonda hasta la fecha muestras estos dos elementos perfectamente alineados.
"Todas las teorías de campos magnéticos, tal y como las conocemos, requieren un desplazamiento", le dice a la BBC Linda Spilker, investigadora del proyecto Cassini en la NASA.
"Para generar un campo, necesitas que las corrientes en la capa de hidrógeno metálico dentro de Saturno sigan fluyendo, y sin un desplazamiento, pensamos que el campo, sencillamente, desaparecería".
"¿Qué está pasando? ¿Hay algo que está dificultando nuestra capacidad de ver el desplazamiento o, simplemente, necesitamos una nueva teoría?"
"Pero sin una inclinación, si no podemos ver un pequeño bamboleo, no podemos ser más precisos acerca de la duración del día".
Evitar colisiones
Mientras dure la misión, los investigadores continuarán buscando nueva información para resolver el dilema.
La misión llegará a su fin en cerca de un mes ya que la sonda se está quedando sin combustible y pronto podría volverse inmanejable.
Los científicos quieren evitar una posible colisión de la sonda en el futuro con las lunas de Saturno Titán y Encelado, que podrían llegar a tener vida microbiana.
La única manera de evitarlo es empujar deliberadamente a Cassini hacia su destrucción en la atmósfera del planeta gigante.