Jennifer Namulembwa tarda una hora y media camino al trabajo, cinco días a la semana.
Desde Namuwongo, en el extremo sudeste de la capital de Uganda, Kampala, atraviesa una línea de ferrocarril y cruza el tramo peligroso de una carretera de ocho carriles.
Luego bordea la afelpada colina de Kololo, para finalmente llegar al barrio de Kamwokya a las 9 de la mañana.
En el trabajo, esta mujer de 34 años pasa dos horas de pie limpiando un edificio de tres pisos.
El resto de su día lo dedica a hacer recados para su jefe. Y, justo después de las 5 de la tarde, traza la misma ruta para regresar a casa.
"Estoy acostumbrada, así que no me pesa la distancia. Nunca uso zapatos caros para trabajar. Aunque también me gustaría disfrutar de la buena vida a veces: ir en automóvil o en motocicleta", se ríe, mostrando sus pies polvorientos dentro de sus sandalias negras.
El salario de Namulembwa es unos US$100 mensuales, y lo reparte entre las necesidades domésticas y la educación de sus dos hijos, por lo que no puede costear ningún tipo de transporte.
A las 7 de la mañana el sol refleja las largas sombras de la multitud de personas que recorren la misma línea del ferrocarril que ella.
Por la misma ruta camina Oprus Aduba, padre de tres niños, para dirigirse al hotel donde trabaja. Mientas se escurre el sudor de la frente, Aduba cuenta una historia muy similar a la de Namulembwa.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la actividad física, que clasifica a Uganda como uno de los países más activos del mundo, probablemente haya tenido en cuenta a personas como ellos.
Cambiando estilos de vida
El estudio, que registra el nivel de actividad física en todo el mundo, concluyó que solo el 5,5 % de los ugandeses tienen un nivel bajo de actividad.
Mozambique, Tanzania, Lesoto y Togo también están en una situación similar.
En comparación, las personas en Kuwait, Samoa Americana, Arabia Saudita e Irak parecen estar viviendo vidas altamente sedentarias. Alrededor de un cuarto de la población mundial no hace suficiente ejercicio.
Los resultados de la investigación señalan que, en general, las personas de los países de bajos ingresos parecen realizar una cantidad suficiente de actividad física en su día a día, a diferencia de los países más adinerados.
Cuanto más pobres sean las personas, más probable es que usen modos de transporte o tengan un empleo que implique trabajo físico.
Sin embargo, el estudio, un análisis de datos ofrecidos por la propia Uganda, no aclara por qué sus ciudadanos son más activos que otros países con un nivel similar de ingresos.
Incluso en los países más pobres, hay una tendencia creciente de personas con empleo formal, que pasan largas horas en oficinas, compran automóviles y comen más comida rápida, lo que significa que Uganda podría volverse menos saludable a medida que se enriquezca.
Namulembwa y Aduba ni siquiera son conscientes de los 150 minutos de actividad moderada a intensa recomendados por la OMS a la semana, o los 75 minutos de actividad rigurosa.
Ellos superan fácilmente esos número, sin siquiera proponérselo.
Directrices de ejercicio recomendadas para personas de 19 a 64 años de edad, según
¿Cuánta actividad física?
? Al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica intensa cada semana.
? Ejercicios de fuerza en dos o más días a la semana que trabajen todos los músculos principales.
? Suspender los largos períodos de estar sentado con una actividad ligera.
¿Qué es la actividad aeróbica moderada?
? Caminar rápido, hacer ejercicios aeróbicos en el agua, andar en bicicleta en terrenos planos o con algunas colinas, jugar a tenis, empujar una cortadora de césped, caminar, andar en patineta, patinar, jugar voleibol, baloncesto, etcétera.
¿Qué cuenta como actividad vigorosa?
? Trotar o correr, nadar rápido, andar rápido en bicicleta y montarla en colinas, jugar tenis individual, fútbol, ??rugby, hockey, saltar a la cuerda, practicar aeróbicos, gimnasia y artes marciales.
¿Qué actividades fortalecen los músculos?
? Levantar pesas, ejercitar con bandas de resistencia, hacer ejercicios en los que uses tu propio peso corporal (flexiones y abdominales), hacer yoga y practicar la jardinería pesada (por ejemplo, cavar).
¿Qué actividades son tanto aeróbicas como musculares?
? El entrenamiento en circuito, los aeróbicos, correr, practicar fútbol, ??rugby, netball o hockey.
Fuente: Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés)
En las zonas rurales de Uganda, donde se estima que el 70 % de la población trabaja en el sector agrícola, los resultados del estudio se corresponden con la realidad.
Parece que nada contribuye a mantenerse en forma mejor que un azadón.
Abiasali Nsereko, un granjero de 68 años de la localidad de Luweero (a unas dos horas al norte de Kampala) comienza su día a las 5 de la mañana. Y cuando termina de ordeñar sus vacas es cuando comienza su verdadero trabajo.
Este consiste a veces en limpiar el cobertizo de las vacas, ocuparse de los arbustos de café o los plataneros.
Nsereko trabaja en su granja de 4 hectáreas sin ayuda y solo contrata alguien más en ocasiones puntuales.
"Paso aproximadamente ocho horas de pie, seis días a la semana. Cultivo toda la comida que como. Si dejo de trabajar, probablemente me caiga enfermo. A mi edad, no tengo un solo dolor en mi cuerpo, " dice.
Un reto
Sin embargo, no es fácil para los ugandeses intentar mantenerse en forma a medida que cambian sus estilos de vida.
Kampala no es una ciudad amiga del entrenamiento físico. Apenas hay parques verdes, la mayoría de los caminos no tienen aceras y muchos autos emiten la misma cantidad de humo que una cabaña de pasto encendida.
Caminar o correr exige algo de valentía. Si tienes suerte de encontrar una vía de peatones, debes poner cuidado a las alcantarillas abiertas y los boda bodas (taxis de motocicletas), que te sacarán del camino con insultos.
Aún así, en los últimos años las personas que trotan -en su mayoría pertenecientes a la élite urbana- han aparecido cada vez más en las calles.
También hay una tendencia creciente de grupos de fitness en la ciudad. En una soleada mañana de sábado, tres grupos diferentes ejercitaban en el estacionamiento del Estadio Nacional Mandela, Namboole.
Desde personas en sus 60 hasta una niña de 9 años; se puede observar a todo tipo de personas saltar, hacer sentadillas y estiramientos.
Para un extraño puede parecer una moda pasajera, pero Diana Nakabugo asegura que el grupo ha mantenido su motivación.
Visita el estadio a partir de las 6:30 de la mañana tres veces por semana, para una hora de ejercicio.
Pero hacerlo implica un gran esfuerzo. Las presiones de la vida laboral no dejan mucho espacio para la actividad física recreativa.
Nakabugo dice: "Me despierto pensando en el tráfico atascado. Tengo que dejar a los niños en la escuela y luego llegar al trabajo, a tiempo. Es un desafío. Muchos padres no priorizan el ejercicio".
Mantener a Uganda activa
Sabiti Matovu es un maestro de educación física de la escuela primaria que practica lo que predica.
Pero gente como él se está volviendo rara en las escuelas de Uganda.
"La educación física solía estar en el horario de cada escuela. Pero aquí en la ciudad, las escuelas ponen énfasis solo en lo académico", dice, preocupado por cómo el país mantendrá a sus jóvenes en forma.
"Muchos no tienen áreas de juego. En las áreas rurales donde hay espacio, las escuelas no tienen maestros de educación física".
El 7 de julio, el presidente Yoweri Museveni inauguró el Día Nacional de la Actividad Física, que se celebrará anualmente. Pero hará falta más que un gesto presidencial para mantener a Uganda activa.
Más tráfico, más seguridad
Amanda Ngabirano, profesora de planificación urbana de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de Makerere, maneja de la casa al trabajo con su bicicleta plegable en el maletero. A mitad del camino se detiene, aparca el auto, baja la bicicleta y recorre en ella los restantes 7 kilómetros.
Me quedo boquiabierta cuando Ngabirano dice: "Escojo los caminos con más tráfico".
Imagínense los coches que se pasan de un carril a otro y se detienen bruscamente, los boda bodas metiéndose a través de cualquier espacio disponible, los conductores de matatu (minibuses privados) pasando y gritando desde las ventanillas. Y, en medio de todo eso, una mujer en bicicleta.
"Hay un orden en ese caos. Los conductores van despacio y pueden verme. Es más seguro que las carreteras de lujo con menos automóviles porque allí todos van muy rápido", explica.
Después de embarcarse en una cruzada para mejorar la infraestructura de la ciudad de modo que haya más espacio para formas de transporte no motorizados, el Ministerio de Infraestructuras desarrolló su primera política en ese sentido.
Su trabajo puede ser parte de la razón por la cual, hace menos de un mes, las autoridades de Kampala abrieron el primer carril para bicicletas en la ciudad. La vía, de 500 metros, parece poco, pero es un comienzo.
Puede que Uganda esté celebrando el estudio de la OMS, pero el país se está urbanizando rápidamente.
En las próximas dos décadas, es probable que haya menos personas de 67 años que todavía estén en condiciones de labrar la tierra, y más personas al volante.
Roy William Mayega, de la Escuela de Salud Pública de Makerere, realizó un estudio en las áreas periurbanas del distrito de Iganga, al este de la capital, en 2013.
Y descubrió que los estilos de vida en Uganda están cambiando.
"Hallamos que el 85 % de los participantes eran físicamente activos. También evaluamos el azúcar en la sangre y el peso. El 15 % restante tenía el doble de probabilidades de padecer de diabetes y presión arterial alta que los que estaban activos", dice.
El doctor Mayega advierte que el número de ugandeses interesados ??en sectores que requieren un esfuerzo riguroso como la agricultura se está reduciendo, especialmente entre los jóvenes.
Sin artilugios sofisticados
Mayega también notó un cambio en el entorno alimentario.
En cada pequeña ciudad al borde de la carretera, los jóvenes cocinan comidas ricas en calorías y harinas procesadas, y la gente viene de las aldeas para probarlas.
"La actividad física se está convirtiendo cada vez menos en un estilo de vida, y comenzamos a comer cosas que no comíamos en el pasado, pero las percepciones de la gente sobre la actividad recreativa siguen siendo negativas. Un hombre en el estudio me dijo: 'Jugar es para niños'".
Todo esto contribuye al aumento del riesgo y los casos de enfermedades no transmisibles.
Sin embargo, por ahora la mayoría de los ugandeses se están manteniendo en forma sin artilugios de lujo para contar sus pasos diarios y controlar su cantidad de calorías.
Pero el país necesitará una conciencia nacional y la infraestructura adecuada para que sus ciudadanos sigan siendo los más fitness del mundo.