¿Cuál es el mejor sonido para la bocina de un auto?
Uno de los sonidos que genera más contaminación acústica en la ciudad es el de las bocinas de los autos.
Moverse por las áreas de gran congestión de tráfico significa someterse, casi sin excepción a este irritante y ensordecedor ruido.
Pese a ser desagradables, las bocinas son una herramienta indispensable para alertar a otro vehículo o a transeúntes desprevenidos de un peligro inminente.
¿Pero es posible crear un sonido que nos alerte sin irritarnos o causarnos estrés?
Según un equipo de investigadores de la Universidad Soongsil, en Corea del Sur, sí lo es.
Historia y naturaleza
Después de llevar a cabo un experimento con diferentes tipos de bocina, el profesor Myungjn Bae y sus colegas diseñaron lo que llaman una "bocina perfecta", cuyo sonido se parece bastante al de un pato.
Para llegar a este sonido, los investigadores expusieron 100 voluntarios a varios tipos de bocinas.
La que les resultó más fuerte a la vez que menos estresante fue la que los investigadores crearon mezclando dos sonidos: el de la primera bocina que se desarrolló para un automóvil en 1908 (bautizada Klaxon) y el que hacen los patos.
"Escuchar el sonido del Klaxon desde fuera del auto es molesto porque es muy fuerte para la gente que está cerca", señaló Bae.
"En nuestro estudio usamos el sonido histórico del Klaxon pero le hicimos algunas modificaciones respecto a su volumen, su ritmo y su duración (...)".
"Nuestro nuevo sonido (en base al Klaxon) alerta inmediatamente a los transeúntes del peligro a la vez que reduce el estrés y el desagrado que produce sonido (tradicional)", explicó el investigador.
Calma y concentración
Según los investigadores, el nuevo sonido contribuye a crear un ambiente más tranquilo, algo que contribuye a aumentar la concentración del conductor y propicia una respuesta racional.
Además, reduce el estrés tanto de los conductores como el de los transeúntes y ciclistas, y mejora el paisaje sonoro de la ciudad.
La nueva bocina puede incorporarse en cualquier vehículo.
La investigación fue presentada en el congreso anual de la Asociación Acústica de Estados Unidos y la Asociación Acústica Europea que se se celebra esta semana en Boston, EE.UU.