Cómo una emprendedora logró que su receta familiar de "pudin de caramelo pegajoso" fuera un éxito
Tracy Claros se propuso una tarea que no parecía nada fácil: venderles un postre británico a los estadounidenses.
Tenía la receta familiar que había aprendido a cocinar cuando vivía en su país natal y al llegar a vivir a Austin, Texas, se lanzó al desafío de cocinar su especialidad.
Comenzó vendiendo en ferias de granjeros y poco a poco la emprendedora tomó vuelo y transformó su "pudin de caramelo pegajoso" (que en inglés se llama Sticky Toffee Pudding) en una empresa.
El empujón inicial llegó luego que la revista de la famosa presentadora estadounidense Oprah Winfrey le hiciera en 2008 una crítica culinaria espectacular.
La publicación se refirió al postre -que es una especie de bizcocho esponjoso con dátiles y una salsa de tofe caliente- como "la creación británica más sexy desde el actor Colin Firth".
De ahí en adelante subieron las ventas online del producto y se abrió una inmensa oportunidad de negocio que la llevó a distribuir el postre a través de la cadena comercialWhole Foods Market y posteriormente en los supermercados Costco y Wal-Mart.
Hoy su negocio tiene ganancias anuales de US$4 millones y sigue en expansión.
Un "pegajoso negocio"
Antes de viajar a Estados Unidos, Tracey había trabajado siete años como logopeda en un hospital británico.
Pero con el deseo de hacer algo diferente con su vida, decidió tomar el riesgo de comenzar un "pegajoso negocio" en Texas.
Considerada una buena repostera por familiares y amigos, empezó su empresa en el sótano de una casa. Ahí cocinaba varios postres que luego vendía en los mercados locales, como el pudin de limón y el pastel de caramelo con chocolate caliente.
Al principio tuvo que explicarles a los clientes qué era exactamente el Sticky Toffee Pudding porque nadie sabía que era necesario calentarlo antes de comerlo y que se podía acompañar con helado de vainilla.
"Es muy delicioso, tiene algo muy especial, casi mágico", dice Tracey.
"Todavía recibimos correos de personas que lo han probado por primera vez y nos dicen que es lo mejor que han comido".
El desafío de llegar a los supermercados
Mientras las ventas subían por los buenos comentarios de los clientes, Tracy comenzó a acercarse a los supermercados con la esperanza de que distribuyeran su producto estrella y otros postres.
Ahí se encontró con otro obstáculo: la mayoría de los supermercados no tenían espacio para refrigerar los postres fríos.
Después de mucha insistencia, Tracy logró que las tiendas le dejaran un espacio en los pasillos.
Y con el producto posicionado en la famosa cadena estadounidenseWhole Foods Market, logró llamar la atención de la revista de Oprah Winfrey.
Al mismo tiempo, sus postres comenzaron a ganar premios a nivel nacional, consiguiendo aún más difusión mediática.
Sin inversionistas externos, Tracey dice que se siente orgullosa de manejar su negocio de la manera más eficiente que puede.
Recientemente cambió el sótano por una oficina en el centro de Austin, donde trabaja con James, su hijo de 25 años, que se encarga de las ventas online.
El resto del trabajo administrativo lo hace ella misma.
Un desafío personal
"Se convirtió casi en una desafío personal", dice. "Quería ver cuánto podía aumentar las ventas con el mínimo número de personas".
Cuenta que cuando vino la crisis financiera de 2008 y vio que muchas empresas quebraron, tomó una actitud muy cauta.
"Llegué a esto sin entender el mundo de los negocios, pero la crisis financiera me hizo pensar que había que ser cuidadosa y austera.
La producción de los postres y otros productos fue delegada a una panadería en Chicago, que cuenta con 20 trabajadores. Tracey dice que está muy contenta con que esos empleados tengan sus salarios y reciban seguro de salud.
Actualmente la panadería produce más de 1 millón de postres al año para la empresa de esta emprendedora.
Hace dos años las ventas se "elevaron" cuando obtuvo contratos para proveer postres a los vuelos de primera clase de British Airways.
Luego la aerolínea Virgin Airways contrató sus servicios para los clientes más exclusivos. Tracey dice que está orgullosa de esta conexión entre su negocio y su "lugar de origen".
La empresaria cuenta que tiene grandes ambiciones para su compañía. "Quiero mantener el negocio simple; que no tenga varios departamentos ni reuniones, de manera que yo pueda planificar y ejecutar las decisiones rápidamente", comenta.
Tracey se ríe y dice que "para dominar el mundo, hay que ir paso a paso con cada Sticky Toffee Pudding".