Cómo "seguir tu pasión" puede en realidad impedirte alcanzar tus grandes metas
Desde las películas animadas que vemos de niños, hasta el día que nos graduamos de la universidad, nos topamos con la imagen de un personaje que en tono solemne nos dice: "Sigue tu pasión".
Esa figura normalmente es un viejo con aire de sabio que ofrece su consejo con la mejor intención, pero ahora un grupo de psicólogos piensa que hacerle caso quizás sea una mala idea.
"Es una manera rápida de decir algo que suena inspirador", le explica a BBC Mundo Gregory Walton, psicólogo de la Universidad de Stanford. "Creo que cuando la gente lo dice no piensa en las implicaciones sicológicas que eso puede tener".
Walton, junto a otros investigadores condujeron una serie de experimentos en los que no sale bien librada esa idea romántica de que todos tenemos una pasión y que solo es cuestión de encontrarla y seguirla.
"Mentalidad fija"
Para sus investigaciones, Walton y sus colegas reunieron a 470 de sus estudiantes y los sometieron a una serie de experimentos.
Con ellos, querían medir los efectos de un concepto llamado "mentalidad fija", que se refiere a las personas que tienen la idea de que la inteligencia o las pasiones son algo innato.
En una de las pruebas, seleccionaron a estudiantes que se identificaban como personas más interesadas en la tecnología y otros como más inclinados por las humanidades.
A cada uno le dieron dos artículos, uno sobre tecnología y otro sobre humanidades.
El resultado del experimento fue que aquellos que tenían una mentalidad fija acerca de sus intereses estuvieron menos abiertos a leer algo que estuviera por fuera de su área de interés.
Para los investigadores, enfocarse demasiado en una sola área puede privar a las personas de desarrollar conocimientos en otros campos que podrían ser útiles en su propia especialidad.
"Muchos avances en las ciencia y en los negocios ocurren cuando las personas ven conexiones entre campos que antes no habían visto", dice Walton.
¿Y qué tiene que ver esto con la pasión?
Según los expertos, esto demuestra que la pasión es algo que se construye, no algo que se busca.
"Tener la mentalidad de que estás desarrollando una pasión es muy útil porque si lo que piensas es que tu pasión es algo que debes encontrar, entonces será muy fácil que te rindas ante cualquier dificultad, porque pensarás que en realidad esa no era tu pasión", dice Walton.
Para Walton, el problema es que solemos ver a la pasión como un don milagroso que tienen los grandes científicos, empresarios o artistas.
"Solemos mirar a alguien desde fuera y decir 'oh mira, es apasionado, seguro nunca ha procrastinado, siempre está motivado', pero puede que eso no sea lo que esa persona realmente esté experimentando", dice Walton.
"Como no tenemos acceso a su información privada, lo romantizamos y pensamos que nosotros no podemos lograrlo".
Para Walton, la realidad es muy diferente. "La pasión es un proceso de desarrollo, con altibajos y etapas de frustración", dice.
"Si algo es difícil, eso no significa necesariamente que no sea para ti".
Así, en vez de buscar cual es la pasión con la que supuestamente cada uno llegamos al mundo, Walton y sus colegas recomiendan desarrollarla con una mente abierta, visualizar qué es importante para ti, pensar en qué puedes aportar.
"Las pasiones no tienen que comenzar siendo fuertes, pueden ser pequeñas, a veces basta con mirar las cosas que te interesan, que te causan curiosidad", dice Walton.
"Puede que sea algo muy sutil que requiera un poco esfuerzo de tu parte para detectarla y comenzar a partir de ahí".