Por primera vez, los astrónomos detectaron la mitad de la materia perdida en el universo.
Aunque se sospechaba de su existencia, esta materia que conecta las galaxias entre sí no había sido identificada por observaciones anteriores de estrellas, planetas y otros objetos estelares.
En realidad, se trata de un misterio de larga data en la astronomía.
Cuando los investigadores calcularon cuánta materia había en el universo y qué forma tenía a partir de las mediciones de la radiación dejada por el Big Bang, descubrieron que sólo cerca del 5% era materia ordinaria o bariónica; es decir, la materia que forma todo lo que nos rodea y podemos ver, incluidos nosotros mismos.
El resto estaba constituido por materia y energía oscura.
Hasta el momento no se ha podido observar directamente la materia oscura. Pero también, de ese 5% de materia ordinaria, los científicos sólo han podido dar cuenta de entre un décimo y un quinto de lo que hay en el universo.
El resto estuvo perdido hasta ahora, que dos grupos de investigadores que trabajan de forma independiente -uno de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, y otro del Instituto de Astrofísica del Espacio, en Francia- lograron en paralelo hallar cerca de la mitad de los bariones perdidos.
Método indirecto
Ambos equipos lograron detectar la materia bariónica que conecta a las galaxias a través de filamentos de gas caliente y difuso de forma indirecta, debido a que este gas no es lo suficientemente caliente como para poder ser detectado por telescopios de rayos X.
Los investigadores, cada uno por su lado, recurrieron a otra metodología para constatar la presencia de esta materia entre las galaxias.
Aprovecharon un fenómeno que se conoce como efecto Suniaev-Zeldovich, que se produce cuando la luz residual del Big Bang pasa a través del gas caliente.
Cuando la luz atraviesa el gas, parte de ella dispersa los electrones en el gas, dejando un parche tenue en la radiación de fondo de microondas.
Los investigadores superpusieron las observaciones de la radiación cósmica de fondo, hechas por el observatorio espacial Planck, con el mapa más detallado en 3D de la red cósmica, creado por el proyecto de investigación Sloan Digital Sky Survey,
Y esta superposición les permitió detectar los tenues filamentos individuales entre las galaxias.
Ideas correctas
Uno de los equipos encontró que las zonas entre galaxias parecían ser seis veces más densas en comparación con otras zonas del espacio, y que estos filamentos gaseosos podrían representar cerca del 30% de la materia ordinaria del universo.
Aunque los cálculos de ambos equipos no coinciden exactamente -y según los investigadores esto es esperable debido a que ambos se centraron filamentos a diferentes distancias- las cifras son consistentes.
En opinión Ralph Kraft, un científico del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian que no estuvo involucrado en el estudio, el hallazgo de los bariones perdidos cuya existencia se sospechaba desde hace décadas permite validar algunas de las ideas que nos hemos hecho del universo.
"Todo el mundo sabe que tenían que estar allí, pero ésta es la primera vez que alguien -nada menos que dos grupos- logran una detección categórica", le dijo Kraft a la revista New Scientist.
"Esto sirve para mostrar que muchas de nuestras ideas sobre cómo se forman las galaxias y cómo se forman las estructuras en la historia del universo son bastante correctas ".