Cómo la pasión global por las teleseries de Corea del Sur lleva a los fans a trabajar gratis
Un joven está en un bar sentado solo, bebiendo un whisky; los cubitos de hielo tintinean contra el borde del vaso mientras él los observa con tristeza.
Cortamos a una mujer, un poco mayor, con un teléfono móvil en la oreja en una calle concurrida. Parece que a ella también algo la atribula.
La banda sonora es una canción de amor dulzona.
"El hombre que estaba muy triste es el hermano menor de la mejor amiga de la chica que está hablando por teléfono", explica Ma Jung-hoon, el productor del programa. "Y comenzaron a gustarse, pero sus padres dijeron que no querían que se casaran".
"Bajo la lluvia" (o "Linda hermana que me compra comida", como se le conoce en coreano) es uno de los dramas coreanos con mejor índice de audiencias en la historia de la televisión por cable.
Es parte de la floreciente industria K-Drama, que se ha triplicado desde principios de los años 2000.
Las exportaciones son una gran parte de ese éxito; representan la mitad de las utilidades: "70% de Asia y 30% de Estados Unidos", señala Jung-hoon, con un valor de US$239 millones según cifras oficiales recientes.
Además anticipan que la porción de las ganancias de EE.UU. crecerá a medida que las productoras estadounidenses adquieran los derechos para rehacer K-dramas exitosos y Jung-hoon piensa que es probable que hagan más colaboraciones con compañías extranjeras en el futuro.
Uno de los secretos del éxito
Las serie tradicionalmente constan de 16 episodios, cada uno de 70 minutos de duración y muy rara vez hay segundas temporadas.
Pero es la rapidez con la que las producen lo que les da una opción ganadora: permite que los espectadores puedan influir en la trama.
Les toma en total 10 meses ?6 en preproducción, 3 en producción y 1 en postproducción?, mientras que normalmente producir una película de 90 minutos toma unos dos años.
"Significa que podemos verificar el nivel de aceptación de los espectadores en línea y, por ejemplo, si no quieren que un personaje se vaya y en el guión teníamos que ese personaje moría, lo podemos cambiar. Así es como logramos esos altos índices de audiencia", explica Ma Jung-hoon.
Pero, para que los K-Dramas viajen bien, hay un requisito crucial: buenos subtítulos.
Es entonces que entra en escena Viki.
¿Viki?
El servicio de video streaming Rakuten Viki, que se especializa en programas de televisión de Corea y otros programas de televisión asiáticos, tiene un enfoque novedoso para subtitular sus programas.
"Viki es una combinación de 'video' y 'wiki', ¡así que combínalos y obtendrás Viki!", dice Kristine Ortiz, directora de comunidad de la compañía.
"Básicamente, somos una plataforma de transmisión de video, pero todos nuestros subtítulos son de fuente abierta, por lo que es donde entra el elemento wiki".
La compañía, que originalmente era una start-up independiente, fue comprada por US$200 millones en 2013 por la firma japonesa de comercio electrónico Rakuten. Ahora tiene más de 40 millones de usuarios activos mensuales y oficinas en Seúl, Singapur, San Francisco y Tokio.
La plataforma es descrita como "TV global impulsada por fanáticos".
Wikidrama
Se parece a Wikipedia en el sentido de que los usuarios crean el contenido, pero una de las grandes diferencias es que Wikipedia es una iniciativa sin ánimo de lucro.
En Viki los fans de K-Drama agregan contenido: traducen las series.
"Lo más rápido que hemos visto un episodio completamente traducido, es de 3 a 4 horas", lo que es muy rápido si tienes en cuenta que lo único que tienen que hacer es subir el episodio a la plataforma.
Es como tener una oficina llena de traductores listos para empezar a trabajar apenas los necesites, sólo que no los tienes que contratar.
Además, el sistema les sirve para anticipar cómo le va a ir a la serie.
"La velocidad con la que un episodio es subtitulado es un indicador muy sólido de si tenemos o no un éxito en nuestras manos".
Otro indicador es el número de lenguajes en el que sea subtitulado: hay algunos con subtítulos en hasta 37 idiomas.
El inglés siempre se hace primero, luego otros idiomas lo usan como base.
Esa "comunidad de voluntarios", como Kristine Ortiz los describe, que traduce las series por supuesto le está proporcionando a Viki mano de obra gratuita. Pero, señala, pueden ganar recompensas, como el acceso al servicio de suscripción sin anuncios del sitio.
Éxito en español
Viki, al igual que Netflix, ha comenzado a producir su propio contenido y también a comprar de los demás.
"La Ola Coreana ha hecho que los dramas coreanos sean realmente populares a nivel mundial", señala Ortiz.
Y hay dos regiones en las que recientemente han visto un gran aumento de popularidad: "Estados Unidos, así como en América Latina. Creo que la narración de historias realmente ha resonado con muchos usuarios".
"Las historias que cuentan son muy reales, en el sentido de que no son súper violentas ni hipersexuales. Así que creo que para muchos usuarios, especialmente en los países de América Latina, eso es muy atractivo".
Otros también están aprovechando el creciente mercado global de K-drama, como el gigante estadounidense del entretenimiento Warner Bros, que compró el servicio de transmisión de televisión y películas coreanas DramaFever por una cifra no revelada en 2016.
"K-Drama tiene altos valores de producción", dice Hye-kyung Lee, profesora de industrias culturales y creativas, en King's College London.
"Tienes historias interesantes, personajes atractivos, música de moda, excelente trabajo de cámara y actores y actrices guapos".
"En pocas palabras, tiene mucho valor de entretenimiento y su popularidad crece constantemente, impulsada por el fandom".
[Fandom: conjunto de aficionados a algún pasatiempo, persona o fenómeno en particular colectivamente considerados como una comunidad o subcultura].