La "granja de troles" desmantelada por Facebook en Nicaragua a menos de una semana de las elecciones
Meta, la empresa propietaria de Facebook e Instagram, anunció la eliminación más de 1.000 cuentas falsas en Nicaragua que, según dice, eran parte de una campaña de desinformación del gobierno.
Meta dijo en un informe que quienes manejaban las cuentas incluían personal del organismo regulador de telecomunicaciones y la Corte Suprema.
La empresa indicó que además de las 937 cuentas falsas en la red social, también suprimió 140 páginas, 24 grupos y 363 cuentas de Instagram, todas ellas pertenecientes a la misma red.
El informe fue publicado días antes de las elecciones presidenciales de este fin de semana con los principales rivales del presidente encarcelados.
Estados Unidos ha descrito la elección como una farsa.
Ben Nimmo, líder de Inteligencia para Operaciones de Influencia de Meta, le dijo a la agencia AFP que las cuentas estaban controladas por el gobierno de Daniel Ortega y el partido gobernante, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Las cuentas se cerraron el mes pasado.
Hasta el momento no se conoce reacción por parte de las autoridades nicaragüenses.
"Granja de troles"
La "granja de troles" -un esfuerzo coordinado para manipular el discurso público usando cuentas falsas- supuestamente comenzó en 2018 en un intento por denigrar a la oposición.
El esfuerzo se extendió a otras plataformas, incluidas TikTok y Twitter, dijo Meta.
En 2018 el gobierno de Ortega reprimió las protestas, en las que murieron más de 300 personas. Desde entonces, miles de personas han huido al exilio.
"El objetivo era inundar la conversación en internet en Nicaragua con mensajes a favor del gobierno y en contra de la oposición", señaló Nimmo.
"Derribamos estas redes en función del comportamiento en el que los vemos participar en nuestra plataforma, no se basa en quiénes son los actores que están detrás de ella o el contenido que publican, se basa en el comportamiento y el uso de cuentas falsas", añadió.
Facebook dijo en un comunicado que la red era "un esfuerzo coordinado... para corromper o manipular el discurso público mediante el uso de cuentas falsas para crear personas en todas las plataformas y engañar a las personas sobre quién está detrás de ellas".
Indicó que la operación había estado activa en sus plataformas desde 2018 y que era operada principalmente por personal de TELCOR, el organismo de control de las telecomunicaciones de Nicaragua, que trabajaba desde la sede del servicio postal en la capital, Managua.
La Corte Suprema de Justicia, que ha sido aliada de Ortega, y el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social también manejaban grupos más pequeños de cuentas falsas, indicó Facebook.
El análisis sugiere que las personas publicaban en las cuentas como su trabajo diario, de 9 a 5 de la tarde, con un descanso para almorzar.
La producción disminuía los fines de semana.
"Ahogar las voces disidentes"
Se calcula que unas 585.000 cuentas seguían a estas páginas en Facebook y otras 125.000 lo hacían en Instagram.
También se detectó una inversión de US$12.000 en publicidad en ambas redes sociales, pagado en moneda nicaragüense y dólares estadounidenses.
"Esta fue una de las operaciones de troles más intergubernamentales que hemos desbaratado hasta la fecha, con múltiples entidades estatales participando en esta actividad a la vez", aseguraron los investigadores de Facebook en su informe.
"A partir del fin de 2019, se centró cada vez más en publicar y amplificar artificialmente los elogios sobre el gobierno nicaragüense y el partido gobernante FSLN. Esta actividad también incluyó contenido no político sobre turismo y deportes en Nicaragua", indica el informe.
"El volumen de publicaciones y la variedad de marcas de medios aumentaron con el tiempo, probablemente en un intento de dominar el espacio público en Internet con mensajes progubernamentales y ahogar las voces disidentes", agregan los investigadores.
El gobierno de Nicaragua ha estado arrestando a opositores y críticos desde junio por cargos de traición o lavado de dinero.
Muchos dicen que las acusaciones son infundadas y están diseñadas para facilitar la reelección de Ortega.
El jefe de política exterior de la UE llamó recientemente a Nicaragua "una de las peores dictaduras del mundo".