Hacer un ejercicio extenuante durante más de dos horas puede causar problemas gastrointestinales, según un estudio de científicos australianos.
Dos o más horas de ejercicio al 60% de la capacidad máxima de una persona es el límite a partir del cual se empiezan a observar problemas gastrointestinales, que pueden exacerbarse cuando el deporte se hace a temperaturas altas.
Estos daños ocurren "independientemente de cuán en forma está" el individuo, según las conclusiones del estudio liderado por Ricardo Costa, de la Universidad de Monash, en Australia, que acaba de ser publicado en la revista especializada Alimentary Pharmacology & Therapeutics.
¿Qué daños gastrointestinales causa?
El fenómeno se llama Síndrome gastrointestinal inducido por el ejercicio y se presenta con un cuadro amplio de problemas que afectan al funcionamiento del sistema gastrointestinal relacionados con el impacto del ejercicio extenuante.
Según los investigadores australianos, a medida que la intensidad y la duración del ejercicio aumenta también se incrementan distintos indicadores de lesión gastrointestinal, que afectan a su funcionamiento, perturbando procesos como la permeabilidad, la absorción y la endotoxemia (la presencia de sustancias tóxicas en la sangre).
El ejercicio extenuante puede dañar células en el intestino, provocando problemas digestivos. También puede haber complicaciones para la salud derivadas de la filtración a la sangre de toxinas a través de las paredes dañadas del intestino.
Estos son algunos de los síntomas gastrointestinales más reportados por individuos que hacen ejercicio extenuante: acidez de estómago, hinchazón, eructos, calambres y dolor abdominal, flatulencia, náusea, diarrea, vómito y necesidad de defecar.
Algunos de estos síntomas pueden afectar al rendimiento durante una competición y en su forma más severa han hecho que los atletas se retiren de una carrera.
El calor y el consumo de ciertos alimentos y bebidas durante el ejercicio intenso pueden exacerbar los síntomas y los daños gastrointestinales.
¿Qué deportes ponen más presión sobre el sistema gastrointestinal?
Las pruebas de resistencia extrema son las que ejercen una mayor presión sobre el estómago y los intestinos, como los distintos tipos de ultramaratones y las pruebas Iron-man (triatlones de larga duración).
Por ejemplo: los participantes de las siguientes pruebas reportaron síntomas gastrointestinales severos durante la competición:
- El 96% de los participantes en una carrera de 161 km
- El 85% de los atletas de una carrera multi-etapa
- El 73% de una carrera de 24 horas
Por contraste, el 11% de quienes corrieron media maratón y el 7% de quienes lo hicieron entero reportaron síntomas gastrointestinales.
Según el estudio de Costa el tipo de ejercicio influencia el riesgo y correr genera una mayor incidencia y severidad de los síntomas gastrointestinales, comparado con otra forma de ejercicios, como el ciclismo.
Según los autores del estudio hay ciertas maneras de mitigar esos síntomas, como evitar la deshidratación y el uso de Antiinflamatorios no esteroideos, que son irritantes gastrointestinales.
El consumo frecuente de hidratos de carbono durante el ejercicio es otra estrategia de protección contra las molestias derivadas del ejercicio extenuante.
¿Impacto a largo plazo?
En las poblaciones sanas el impacto gastrointestinal del ejercicio extenuante prolongado, aunque significativo, suele ser reversible.
Pero el impacto a largo plazo para los pacientes con problemas gastrointestinales crónicos, como el Síndrome del Intestino Irritable, no está claro.
"Aunque hay evidencias de que el ejercicio moderado sí tiene beneficios para la salud en pacientes con trastornos gastrointestinales funcionales o con Síndrome del Intestino Irritable, se desconoce si es seguro hacer ejercicio muy intenso", dicen los resultados del estudio.
Los investigadores creen que hipotéticamente sería algo preocupante, pero no han podido llegar a una conclusión al respecto en este estudio, por lo que recomiendan más investigaciones.