La caligrafía y los coloridos dibujos relatan una historia que ocurrió en el siglo XVI.
No nos habríamos enterado si no hubiera sido por un extraordinario manuscrito pictográfico mesoamericano conocido como el "Códice de Quetzalecatzin".
Utilizando gráficos estilizados y jeroglíficos náhuatl (la lengua que se hablaba en el imperio azteca) el mapa ilustra el árbol genealógico de una de las familias más poderosas e influyentes de la época: los Quetzalecatzin.
La gran mayoría de los familiares y sus propiedades están retratadas en el manuscrito.
El mapa cubre el sur del estado de Puebla, en el sureste de México.
Se puede ver la iglesia de Todos Santos, la de Santa Cruz Huitziltepec, Ecatepec (en la actualidad un suburbio al noreste de Ciudad de México) y el Lago Texcoco (conocido ahora como la Reserva Nacional "El Caracol").
El río Atoyac, en el norte de Oaxaca, parece representarse en la parte inferior del mapa.
Retrato de la época
El manuscrito tiene una dimensión de 90 x 73 centímetros y data de 1593, según datos proporcionados por la Biblioteca del Congreso de EE.UU., propietaria del mismo.
Según la institución, alrededor de 450 manuscritos pictográficos mesoamericanos han sobrevivido al paso del tiempo, pero menos de 100 fueron realizados antes de 1600.
En esa época los conquistadores españoles se dedicaron a producir material cartográfico para documentar los recursos de las colonias americanas. El "Códice de Quetzalecatzin", elaborado por pintores indígenas, es un retrato de una realidad.
El manuscrito representa a una comunidad local tal y como era en ese momento. La iconografía utilizada muestra la influencia de los colonizadores en la cotidianidad de las poblaciones de esa zona de México.
"El documento muestra gráficamente la interacción cultural que tenía lugar en un momento importantísimo en la historia de América", explica John Hessler, curador de la Colección de Arqueología e Historia Americana de la Biblioteca del Congreso de EE.UU.
Y añade: "En cierta forma estamos viendo el nacimiento de lo que hoy conocemos como América".
Descubrimiento
En el mapa se pueden apreciar símbolos con estilo prehispánico, como ríos, caminos y senderos.
Tanto las anotaciones al margen, hechas en latín, como el uso de términos y nombres españoles para miembros de la élite indígena, como don Alonso y don Matheo, revelan que fue hecho durante la colonia.
Esos datos indican que algunos miembros de la población nativa se bautizaron y adoptaron nombres cristianos.
"Las iglesias y el uso de palabras en español para identificar ciertos lugares sugiere que la comunidad estaba adaptándose a las leyes y el dominio de España", indica Hessler.
Por más de 100 años el mapa estuvo en poder de coleccionistas privados, pero hace poco fue adquirido por la Biblioteca del Congreso de EE.UU.
Y ahora, está a disposición de quien quiera verlo en el sitio web de la institución.