¿Qué llevó a nuestros antepasados a dejar de andar en cuatro patas como otros primates y transformarse en bípedos?
Científicos en Estados Unidos aseguran que el gran salto evolutivo se debió a una intervención cósmica.
Hace 2,6 millones de años, explosiones estelares causaron una ionización atmosférica que llevó a un gran aumento de relámpagos o descargas de nubes a tierra, lo que a su vez provocó vastos incendios forestales.
Los antepasados de Homo sapiens debieron entonces adaptarse a las sabanas que reemplazaron los bosques en el este de África, según un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Geology.
Ventajas de andar erguido
"Se cree que ya existía cierta tendencia a que los homínidos caminasen con dos piernas, incluso antes de este evento", afirmó Adrian Melott, profesor emérito de física y astronomía de la Universidad de Kansas y autor principal del estudio.
"Estos homínidos se habían adaptado principalmente para trepar en los árboles".
"Pero después de esta conversión a sabana tenían que caminar mucho más a menudo de un árbol a otro a través de pastizales, por lo que mejoraron su habilidad para andar erguidos".
Caminar en dos piernas trajo muchas ventajas. "Podían ver por encima del pasto para verificar la presencia de depredadores", señaló Melott"
"Esta conversión a la sabana contribuyó al bipedismo a medida que se hizo más y más dominante en los ancestros humanos".
El último suspiro de una estrella
Melott señaló que hace unos siete millones de años se registraron explosiones de estrellas en la Vía Láctea cuyos efectos continuaron durante millones de años más.
Las supernovas lanzaron radiación cósmica en todas las direcciones, que alcanzaron la Tierra en su punto más álgido hace 2,6 millones de años.
Las supernovas o explosiones estelares son uno de los eventos más violentos del universo, el último suspiro de una estrella.
En uno de los procesos de explosión, la estrella colapsa bajo su propia gravedad cuando su combustible se acaba.
Según explica la NASA, "una estrella es un acto de equilibrio entre dos fuerzas. Por un lado, la aplastante fuerza de la propia gravedad de la estrella trata de apretar el material estelar en la bola más pequeña y compacta posible. Pero por otro lado, la fuerza del inmenso calor y presión del fuego nuclear en el centro de la estrella intenta empujar todo el material hacia afuera".
"Cuando la estrella ha usado todo su combustible nuclear, la presión expansiva ya no puede contrarrestar la gravedad y la estrella colapsa repentinamente. ¡Imagina algo que tiene un millón de veces la masa de la Tierra que colapsa en 15 segundos! El colapso del centro sucede tan rápido que crea enormes ondas de choque que lanzan la parte exterior de la estrella al espacio a una velocidad de 20.000 kilómetros por segundo".
Avalancha de electrones
Estudios anteriores basados en depósitos de hierro-60 que recubren el fondo del mar indican que supernovas estallaron a unos 163 años luz de distancia, hace más de dos millones de años.
Los científicos calcularon que debido a ese evento los rayos cósmicos emitidos por la supernova aumentaron 50 veces.
"Cuando rayos cósmicos de alta energía golpean los átomos y las moléculas en la atmósfera, desplazan los electrones, por lo que estos electrones están sueltos en lugar de estar unidos a los átomos", explicó Melott.
"Generalmente en el proceso de generación de un rayo hay una acumulación de voltaje entre las nubes o las nubes y el suelo, pero la corriente no puede fluir porque no hay suficientes electrones para transportarla".
Los rayos cósmicos normalmente solo ionizan la capa superior de la atmósfera, pero la radiación poderosa de una supernova cercana puede penetrar toda la atmósfera hasta el suelo.
La probabilidad de que esos relámpagos hayan provocado incendios forestales vastos se ve fortalecida por depósitos de carbono en los suelos que corresponden a la etapa de mayor bombardeo de rayos cósmicos.
"La observación es que hay mucho más carbón y hollín en el mundo a partir de hace unos millones de años. Está en todas partes y nadie tiene ninguna explicación de por qué habría ocurrido en todo el mundo en diferentes zonas climáticas. Esto podría ser una explicación", afirmó Melott.
¿Supernova cercana?
Si la hipótesis de Melott y sus colegas es correcta, la explosión de una supernova cercana en el futuro podría causar grandes incendios forestales en la Tierra.
Pero eso no parece probable por ahora.
La estrella más cercana que podría explotar en supernova en el próximo millón de años es Betelgeuse, una de las más brillantes en la constelación de Orión, pero se encuentra a una distancia considerable de 642 años luz.
De acuerdo a Melott, "Betelgeuse está demasiado lejos para tener efectos tan fuertes".