Anders Behring Breivik: ¿debe una universidad aceptar a un asesino como estudiante?
¿Qué debe hacer una universidad cuando recibe la solicitud de un asesino en masa?
Esta fue la cuestión a la que se tuvo que enfrentar la Universidad de Oslo cuando el asesino en masa Anders Behring Breivik solicitó desde la cárcel cursar su licenciatura en ciencias políticas.
En julio de 2011, Breivik mató a 77 personas en un ataque terrorista en Oslo y en la isla de Utoya.
La decisión de la universidad sobre si aceptarlo o no fue particularmente difícil porque algunos de sus estudiantes eran amigos de personas que fueron asesinadas por Breivik.
"Por nuestro bien, no por el suyo"
Breivik incluso nombró a profesores de la universidad como objetivos en su "manifiesto" de extrema derecha.
Y, en lo que el vicerrector de la universidad llamó una "paradoja traumática", la elección académica de Breivik implicaba estudiar las instituciones políticas que su ideología extremista había atacado.
Sin embargo, hace tres años, la universidad aceptó a Breivik bajo estrictas condiciones. Como estudiante de grado, su curso incluye teoría política, partidos políticos, administración pública y relaciones internacionales.
Los materiales para el curso le llegan a través de un funcionario de la prisión y él no tiene contacto con estudiantes ni académicos, ni acceso a internet.
La universidad dijo que detrás de la decisión de enseñar a Breivik ?quien decidió cambiar su nombre? está el derecho de los reclusos a seguir estudios superiores si cumplen con los requisitos de admisión.
Fue "por nuestro bien, no por el suyo", dijo el exrector Ole Petter Ottersen.
El profesor Svein Stolen se convirtió en el nuevo rector de la Universidad de Oslo el año pasado, y está de acuerdo con la decisión de su predecesor.
El enfoque de "bajo perfil" de Noruega
"No hay una única opinión en una universidad grande y es más difícil para aquellos que resultaron afectados de cerca, pero hasta cierto punto siento que estamos colectivamente satisfechos de haber elegido esta solución", dijo.
"No fue fácil, pero creo que fue una acción honrada de la universidad".
Stolen dijo que la primera consideración de la universidad antes de aceptar la solicitud de Breivik fue el bienestar de los estudiantes y del personal.
"Era extremadamente importante cuidar de los otros estudiantes, los profesores y la administración, así que hubo muchas discusiones sobre cómo podíamos asegurarnos de que esto no les iba a afectar demasiado", dijo.
La profesora Ase Gornitzka, vicerrectora de la universidad, dijo que vio el ataque de Breivik en parte como un ataque contra la universidad, porque forma parte del orden político democrático liberal de Noruega.
Agregó que la respuesta de la universidad está en línea con la respuesta de Noruega a Breivik.
"Es un perfil muy bajo y parte del sentimiento general en Noruega de que no se le da espacio", dijo.
"Él tiene por ley el derecho a estudiar, pero por supuesto que no puede venir aquí o involucrarse de la misma manera que los estudiantes normales lo hacen".
"Mejor que sea un hombre educado a que no lo sea"
Thomas, exrepresentante estudiantil en la Universidad de Oslo, conocía a personas que murieron en el ataque y ahora se niega a dignificar a Breivik, incluso a pronunciar su nombre.
"No por miedo, sino porque no lo merece", explicó. "La fama es lo que él quería".
Le preocupa que Breivik solo esté tomando el curso para demostrar que ha cambiado y, por lo tanto, para intentar salir de la cárcel.
No obstante, Thomas apoya la decisión de la universidad.
"No quiero verlo salir (de la cárcel), pero si lo hace es mejor que sea un hombre educado a que no lo sea", dijo.
"La venganza no es parte del sistema penal, es para rehabilitación".
Emil, quien se graduó recientemente, piensa que los dirigentes de la universidad hicieron lo correcto, aunque fue una decisión controversial.
"Fue una prueba para las políticas liberales de Noruega cuando Anders Behring Breivik hizo esta cosa horrible. Pero la educación solo puede ser buena para él", dijo.
¿Un enfoque exclusivamente noruego?
El país es reconocido por su libertad, tolerancia e igualdad, y quizá una universidad en Reino Unido o Estados Unidos no hubiera aceptado a alguien con el historial criminal de Breivik.
Anthony Seldon, vicerrector de la Universidad Buckingham, dijo que él habría dejado la decisión en manos de las familias de las víctimas de Breivik.
"Creo profundamente en el poder de la educación para cambiar a los seres humanos para mejor, y en el poder de la redención", dijo.
"Pero este hombre infligió tal horror a tantos, que no le corresponde a la universidad decidir", dijo.
"Si las familias de las víctimas abrumadoramente creen que puede recibir una educación en la universidad, y él expresa arrepentimiento, entonces él podría. Pero si a ellos les causa más dolor, es un no".
Siete años después del ataque, Thomas dijo que Noruega se recuperó por fin de esos trágicos eventos.
"Apenas ahora Noruega regresó a donde estaba", dijo. "Ya no somos víctimas".