En Walterboro, una pequeña localidad rural ubicada en Carolina del Sur (EE.UU.), casi nunca ocurre nada extraordinario o escandaloso. Sus residentes no están acostumbrados a escuchar tramas de asesinatos a sangre fría o acusaciones de estafas financieras y uso de drogas.
Mucho menos cuando eso involucra a una de sus familias más prominentes.
Es por eso que el pueblo está conmocionado ante el juicio contra el abogado Alex Murdaugh, acusado de asesinar a su esposa e hijo menor, así como de defraudar millones de dólares a la firma de abogados de su familia, que opera en el estado desde 1910.
El juicio que se está celebrando desde hace cuatro semanas ha causado fascinación entre el público y los medios estadounidenses.
Murdaugh también enfrenta cargos por robo, por mentir a la policía y por supuestamente planificar su propio asesinato para defraudar a una firma de seguros.
El caso es complejo además porque miembros de la familia del acusado han ocupado durante décadas cargos públicos el condado en el que viven, así que eran enormemente conocidos entre la comunidad, pero también entre las autoridades de la región.
Alex Murdaugh, de 67 años, ha testificó este jueves en el juicio, negando los cargos de asesinato que pesan en su contra.
"No disparé a mi esposa o a mi hijo en ningún momento", dijo desde el estrado, reconociendo tener una adicción a los opioides.
Decenas de personas no solo de Carolina del Sur, sino también de otros estados del país, han acudido a la corte para seguir el juicio en directo.
Las acusaciones
Maggie Murdaugh, de 52 años y su hijo Paul, de 22, fueron asesinados a tiros el 7 de junio de 2021 en una perrera ubicada en la finca de caza de la familia, llamada Moselle y que tiene una extensión de 690 hectáreas.
Alex Murdaugh alega que el día del crimen la familia pasó una noche "normal". Supuestamente cenó con las dos víctimas y luego se fue a hacer una siesta. Cuando despertó, el acusado dice que no encontró a su hijo y esposa. Luego decidió visitar a su madre, que sufre demencia.
Después de regresar al pabellón de caza de la familia, decidió buscar a Paul y Maggie en las perreras. Fue allí, dijo, que descubrió que ambos habían sido brutalmente asesinados a tiros y llamó al 911.
Pero la fiscalía afirma que hay inconsistencias en las declaraciones del abogado y señala que la ubicación de los datos de su teléfono contradicen su versión de los hechos. Incluso, el ministerio público ha presentado un video tomado por su hijo asesinado en el que se oye la voz de Murdaugh en la escena del crimen antes de los asesinatos.
Murdaugh, alegan los fiscales, estaba robando de la empresa de su familia millones de dólares en un esquema que se extendió durante una década.
Los asesinatos, argumentan, fueron un intento desesperado de ganarse la simpatía de la opinión pública y evitar que sus delitos financieros salieran a la luz.
Sin embargo, de acuerdo con el New York Times, el Estado no ha presentando evidencia concluyente que vincule a Murdaugh con los crímenes porque no hay un arma homicida, testigos de lo ocurrido o sangre en su ropa.
Mientras, el acusado sostiene que su esposa y su hijo fueron asesinados debido a que este último estuvo involucrado en un accidente de barco en 2019 en el que murió la adolescente Mallory Beach mientras el joven conducía ebrio.
Un importante abogado que planificó su asesinato
Alex Murdaugh proviene de una poderosa dinastía de abogados de Carolina del Sur.
Durante 86 años, algún miembro de la familia Murdaugh se ha desempeñado como fiscal general del 14° Circuito Judicial en el condado de Hampton.
El acusado era un abogado destacado y respetado en la ciudad, pero eso comenzó a desmoronarse en 2021, luego de los asesinatos de los que está acusado.
Más tarde ese año, su bufete de abogados anunció que había renunciado a la firma, supuestamente por malversar fondos.
Horas más tarde, Murdaugh llamó al 911 y dijo que le habían disparado en la cabeza mientras cambiaba una rueda de su automóvil al costado de una carretera.
Pero más adelanté reconoció que había organizado el atentado en su contra para que su hijo Buster, de 25 años, pudiera cobrar su seguro de vida. También admitió haber luchado contra una adicción a los opiáceos y haber comenzado un programa de rehabilitación.
En los meses que siguieron, le suspendieron la licencia de abogado y lo acusaron de fraude de seguros. También enfrentó cargos separados de fraude financiero, derivados de acusaciones de que robó millones en acuerdos legales de clientes.
Luego, en julio de 2022, fue acusado de matar a su esposa e hijo. Por estos cargos podría enfrentar hasta 30 años de prisión.
El juicio cautiva a Waterloo
Cada mañana, alrededor de las 06:00 AM, una multitud comienza a reunirse en las puertas del juzgado del condado de Colleton para asistir el juicio.
El caso ha cautivado a Carolina del Sur y a todo el país.
"Es lo único que sucede en Walterboro, lo único que ha sucedido en Walterboro", dijo Cassie Headden mientras esperaba en la fila.
Los asistentes dicen que están fascinados tanto por los presuntos crímenes como por la dramática caída en desgracia de la famosa familia sureña.
"Ellos gobernaron esta área durante años y años, y ahora todo está empezando a desmoronarse, al menos eso parece", dijo Wally Pregnall, quien viajó desde Charleston para presenciar el juicio.
Otros han venido de todo el país -California, Idaho, Wisconsin o Maine-, convirtiendo a esta pequeña ciudad en la parte sur del estado en un verdadero destino turístico.
Los asistentes habituales llevaban bocadillos y agua en bolsas de plástico transparente, el único tipo de bolsa permitida en la corte, y cargan abrigos y bufandas para mantenerse calientes dentro de la sala del tribunal que cuenta con aire acondicionado.
Algunos traen cuadernos, garabateando a lo largo de los procedimientos, después de haber renunciado voluntariamente a sus teléfonos móviles, que están prohibidos para los espectadores.
"Hemos bromeado diciendo que si John Grisham hubiera escrito esta novela, la gente habría dicho que se le fue, porque es demasiado increíble", dijo Walt Flowers, también de Charleston.