Las apps con las que se alimenta el mercado negro de trabajadores domésticos esclavizados
Si manejas por las calles de Kuwait no verás a estas mujeres. Están detrás de puertas cerradas, privadas de derechos básicos, incapaces de huir y en riesgo de ser vendidas al mejor postor.
Pero si coges un smartphone, puedes navegar entre miles de sus fotos, categorizadas por razas y disponibles para vender por unos pocos miles de dólares.
Una investigación de BBC News Arabic ha descubierto cómo trabajadoras domésticas se venden y compran dentro de un mercado negro online al alza, habilitado por aplicaciones alojadas en Google Play y la App Store de Apple, y hashtags impulsados por algoritmos a través de Instagram, propiedad de Facebook.
Mercado de esclavos
"Están promoviendo un mercado de esclavos online", dijo Urmila Bhoola, la relatora especial de formas de esclavitud contemporáneas de las Naciones Unidas. "Si Google, Apple, Facebook o cualquier otra compañía albergan herramientas como estas, tienen que rendir cuentas por ello".
Nueve de cada diez hogares en Kuwait tienen un trabajador doméstico. Vienen desde algunas de las partes más pobres del mundo hasta el Golfo en un intento de hacer dinero suficiente para apoyar a sus familias en casa.
Encubiertos como una pareja recién llegada a Kuwait, un equipo de BBC Arabic habló con 5 usuarios de la app y visitó más de una docena de personas que intentaban vender sus empleados domésticos a través de una popular aplicación llamadas 4Sale.
Casi la totalidad de los vendedores confiscaban los pasaportes de las mujeres y les ofrecían un escaso o inexistente acceso a sus teléfonos.
4Sale te permitía filtrar a las personas por razas, con diferentes precios en oferta de acuerdo a la categoría.
El equipo de la BBC infiltrado escuchó frecuentemente comentarios como "las indias son las más sucias" para describir a las mujeres.
Derechos humanos violados
Los usuarios de la aplicación, quienes se presentaban como los "dueños" de estas mujeres, instaban al equipo de periodistas a negarles otros derechos humanos básicos, como darles un "día o un minuto o un segundo" de descanso.
Un policía, intentando vender a su trabajadora, dijo que confiaran en él, que "era muy simpática, que reía y tenía una cara alegre". Que incluso manteniéndola despierta hasta las 5 de la mañana no se quejaría.
Este agente dijo al equipo de la BBC que las trabajadoras domésticas son usadas como mercancía. "Puedes encontrar a un comprador adquiriendo a una criada por alrededor de US$2.000 para posteriormente venderla por cerca de US$3.300."
"No les den el pasaporte. Tú eres su patrocinador. ¿Para qué le vas a dar su pasaporte", aconsejó el policía a los periodistas.
En uno de los casos más perturbadores, al equipo de la BBC le ofrecieron una niña de 16 años a la que llamaremos Fatou.
La niña había sido traficada desde Guinea hasta el oeste de África y trabajó como sirvienta Kuwait por seis meses a pesar de que la ley solo lo permite a partir de los 21.
El comprador describió que no le había concedido tiempo libre a Fatou, que su pasaporte y su teléfono fueron confiscados y que no se le permitía abandonar la casa sin compañía.
Todo lo anterior es ilegal en Kuwait.
Con permiso de los patrocinadores
"Esta es la quintaesencia muestra de esclavitud moderna", dijo Urmila Bhoola. "Aquí hay niños siendo vendidos y negociados como si fueran una propiedad".
En la mayoría de lugares del Golfo Pérsico, los empleados domésticos son traídos al país por agencias y registrados oficialmente con el gobierno.
Los compradores potenciales pagan una tasa a las agencias y es entonces cuando se convierten en el patrocinador oficial de la trabajadora doméstica.
Bajo este sistema, conocido como Kafala, un trabajador doméstico no puede cambiar o renunciar a su trabajo, ni tampoco dejar el país sin el permiso de su patrocinador.
Una ley en 2015 hizo que Kuwait fuera uno de los países más estrictos en el Golfo para proteger a los trabajadores domésticos. Pero esta ley no fue popular.
Aplicaciones como 4Sale permiten que los patrones vendan el patrocinio de sus criadas a otros a cambio de un beneficio. Esta práctica elude a las agencias y crea un mercado negro sin regular que deja a las mujeres más vulnerables ante el abuso y la explotación.
Pero este mercado de esclavos no solo sucede en Kuwait.
Otra investigación halló 400 mujeres en venta en Arabia Saudita a través de Haraj, otra popular aplicación de venta de productos. Hubo otro centenar de mujeres más en Instagram, la famosa red social perteneciente a Facebook.
"Un auténtico infierno"
El equipo de la BBC viajó a Guinea para tratar de contactar con la familia de Fatou, la niña de 16 años que es ofrecida en Kuwait.
Cada año, se trafican cientos de mujeres como criadas desde aquí hasta el Golfo.
"Kuwait es un auténtico infierno", dijo una antigua criada que recuerda cómo su empleadora le hacía dormir en el mismo lugar que las vacas.
"Las casas de Kuwait son muy malas", dijo otra. "No se duerme, no se come, nada".
Fatou fue encontrada por las autoridades kuwaitíes y llevada al refugio administrado por el gobierno para trabajadores domésticos. Dos días después fue deportada a Guinea por ser menor de edad.
"Me gritaban y me llamaban animal. Eso me hería y entristecía, pero no podía hacer nada".
Ahora está de vuelta en su escuela en Conakry, según contó al equipo de la BBC que le visitó. "Estoy muy feliz. Incluso ahora, hablando sobre ello, estoy muy feliz. Mi vida es mejor ahora. He regresado de la esclavitud", dijo.
Retirando hasghtags
El gobierno kuwaití dice que está "en guerra con este tipo de comportamiento" e insistió en que las aplicaciones serían "muy controladas".
Hasta la fecha no se han tomado medidas significativas ni acciones legales contra la mujer que intentó vender a Fatou. Ella nunca respondió a la solicitud de comentarios de la BBC.
Desde que el equipo de la BBC se contactó con las aplicaciones y las compañías tecnológicas sobre sus hallazgos, 4Sale ha eliminado la sección de trabajadoras domésticas y Facebook ha prohibido el hashtag #maidsfortransfer".
No hubo comentarios de la aplicación de productos sauditas Haraj.
Tanto Google como Apple le dijeron a la BBC que este tipo de comportamiento no tenía cabida en sus tiendas de aplicaciones y que están trabajando con desarrolladores de aplicaciones para prevenir mejor actividades ilegales como esta en sus plataformas.