Al león le faltaba el coraje, al hombre de hojalata su corazón y al espantapájaros su cerebro. Y en esta versión alternativa de "El mago de Oz", Dorothy echaba de menos sus zapatillas de color rojo rubí.
Eso fue hasta esta semana, cuando se anunció que un par de zapatillas usadas por la actriz Judy Garland en la película de 1939 habían sido recuperadas 13 años después de que las robaran.
Su hallazgo puso fin a una desaparición particularmente intrigante. Pero aquí hay otras cinco de otros famosos objetos que aún están por resolverse.
1) La pintura de la víspera del milenio
Era el 31 de diciembre de 1999 y los fuegos artificiales se elevaban alrededor de Oxford, en Reino Unido, cuando el nuevo milenio estaba por comenzar.
Aquellos que no estaban celebrando se encontraban resguardados por el miedo a lo que traería el llamado "Error del Milenio", la creencia de que se iba a producir una falla informática masiva a la entrada del año 2000.
Fue en este preciso momento cuando alguien ingresó al Museo Ashmolean de Oxford a través de una construcción vecina.
El supuesto ladrón, porque las autoridades creen que se trató de un hombre, utilizó una lata de humo para esconderse de las cámaras y llevarse el Auvers-sur-Oise de Cézanne, una pintura del siglo XIX (producida entre 1879 y 1882) valorada en US$3,8 millones.
La policía cree que fue robada por encargo y el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) lo considera uno de los 10 mayores robos en el mundo del arte.
2) Una espada legendaria
Esta espada en particular, o katana, que está desparecida fue producida en el Japón del siglo XIV por el famoso espadachín Masamune y designada tesoro nacional en 1939.
Se decía que podía partir un casco en dos y que los shogunes (gobernantes) la usaron durante siglos.
No está claro qué sucedió con la espada y con otras 14 de la misma colección.
Pudo haber sido entregada a los soldados estadounidenses al final de la Segunda Guerra Mundial cuando Japón entregó sus armas.
Una pista llevó a la búsqueda de un soldado que podría haberla tomado -identificado como Coldy Bimore, pero posiblemente malinterpretado como Cole DB Moore-, pero no llevó a ningún resultado positivo.
3) El violín de Erica Morini
La violinista austríaca Erica Morini recibió un violín Stradivarius, que data de 1727, de su padre en los años 30.
En octubre de 1995, cuando tenía 91 años y vivía en Nueva York, Morini ingresó en el hospital.
Mientras estuvo allí, el violín, valorado en US$3,5 millones, fue robado de un armario en su departamento (que estaba cerrado con llave).
Morini murió pocos días después, sin darse cuenta del robo, y el violín nunca se ha recuperado.
Su caso no es único: se han producido varios robos de violines Stradivarius en Estados Unidos en los últimos años.
4) Tres toneladas de oro
El 26 de noviembre de 1983, un grupo armado allanó el almacén de Brink's-Mat, cerca del aeropuerto londinense de Heathrow, y se robó tres toneladas de lingotes de oro que hoy valdrían más de US$30 millones.
Entonces, se consideró que el robo de Brink's-Mat era el más grande en la historia británica: 6.800 barras del metal dorado en 76 cajas, además de otras dos cajas de diamantes.
Varias personas fueron encarceladas por su participación en el robo y por el lavado de dinero producto de las ganancias, pero no se sabe qué sucedió con la mayor parte del oro.
Las autoridades saben que una pequeña cantidad fueron fundidas en la ciudad de Bath, Inglaterra, antes de ser revendidas.
Es poco probable que se recupere el oro robado, ya que se cree que se fundió y se vendió en los últimos 35 años.
5) Las pinturas que acabaron en la basura
Las imágenes de una cámara de seguridad mostraron al ladrón, llamado posteriormente Spiderman, cuando trepaba en el Museo de Arte Moderno de París en mayo de 2010.
Luego pasó a cometer lo que un funcionario de la ciudad llamó "un crimen grave para la herencia de la humanidad": robó 5 pinturas de Picasso, Matisse y otros grandes artistas.
Fue el mayor atraco de arte en 20 años.
El ladrón, Vjeran Tomic, fue encarcelado el año pasado, y al hablar del botín le dijo a la policía que había entrado en pánico y que escondió las pinturas en una basura y asumió que se perdieron.
En su informe, los investigadores dijeron que creían que las pinturas habían sido enviadas al extranjero, pero agregaron que no había pruebas que lo confirmaran.