3 fantásticas novelas de pandemias de escritoras contemporáneas para leer en cuarentena
¿Cómo saciar tu necesidad de contacto humano sin violar las reglas del distanciamiento social que el diminuto virus SARS-CoV-2 nos ha impuesto? Perdiéndote entre las páginas de un buen libro.
Y si eres de los que sobrellevan situaciones difíciles reflexionando sobre ellas, quizás te llame la atención alguna de las siguientes obras.
Son historias de pandemias y sus consecuencias imaginadas por mujeres, que no incluyen zombis -al menos no los convencionales- ni se reducen a la violencia de las batallas por la supervivencia.
"El libro del día del Juicio Final"
Escrita por la prolífica autora estadounidense Connie Willis, ganadora de múltiples premios Nebula y Hugo, la novela cuenta lo que ocurre durante una expedición a la Edad Media de una estudiante del año 2054 en la Universidad de Oxford, Inglaterra, cuando el viaje en el tiempo se ha convertido en una de las herramientas de los historiadores.
Tras prepararse diligentemente, adquiriendo el lenguaje y las habilidades prácticas necesarias para sobrevivir en el siglo XIV, además tomar medidas como vacunarse, la protagonista Kivrin Engles parte con destino a la Navidad de 1320.
El problema es que llega 28 años más tarde, en 1348 justo cuando la peste bubónica comienza a devastar el país.
El error no se corrige de inmediato porque quienes pueden hacerlo en el siglo XXI se ven afectados por una epidemia de gripe mortal.
La narración se mueve entre los dos siglos, explorando cómo respondemos ante desastres impensables y sufrimientos humanos en épocas tan aparentemente distintas.
"Su resolución es más profunda que cualquier cosa que el lector pueda haber imaginado", señaló el crítico Gerald Jonas del New York Times.
"Estación Once"
"Una vez leas 'Estación Once' no podrás dejar de pensar en ella", afirma Lois Beckett en el diario "The Guardian", refiriéndose a esa obra de la autora canadiense Emily St John Mandel.
Así como "El libro del día del Juicio Final", esta novela brinca de una época a otra, pero en este caso, entre un antes y un más cercanos en el tiempo: los primeros días de una pandemia que mata al 99% de la población y el año 20 después del colapso de la civilización.
Es un libro sobre el fin del mundo que te "ofrece algo con lo que la ficción apocalíptica no parece molestarse: esperanza", señala, en el mismo diario, David Barnett.
Eso, a pesar de incluir pasajes como la "lista incompleta" de cosas que el mundo posterior a la ruina perdió para siempre:
"No más inmersiones en piscinas de agua clorada.
"No más luces de porche con polillas revoloteando en las noches de verano.
"No más trenes corriendo bajo la superficie de las ciudades.
"No más ciudades...".
"Estación Once" es una historia sobre el fin del mundo, solo que el mundo no se acaba, y entre los pequeños grupos de sobrevivientes que intentan reconstruirlo, Mandel nos cuenta sobre uno que forma una compañía de teatro y viaja alrededor de Canadá, escenificando obras de William Shakespeare a cambio de comida.
La "Sinfonía Itinerante" viaja en una caravana que tiene un letrero pintado en el costado en el que se lee: "La supervivencia es insuficiente".
Es una cita de Star Trek que, aunque la mayoría de los integrantes del grupo no reconocen pues eran demasiado jóvenes para recordar el mundo antes de la pandemia, resume su sentir: sobrevivir es, obviamente, vital, pero hay que poder vivir pues, si no, ¿de qué sirve?
"Severance"
La novela de la escritora chino-estadounidense Ling Ma ha sido declarada por varios comentaristas culturales como la obra para nuestros tiempos, y no sólo por los sorprendentes paralelos con la pandemia del coronavirus.
Como ha ocurrido con el SARS-CoV-2, en "Severance", los diarios inicialmente publican cuentas de infectados y muertos; casi todos los días se emiten nuevos protocolos sobre cómo mantenerse a salvo; hay prohibiciones inútiles de viajes para mantener a los no ciudadanos fuera de los países...
Pero lo que Ma anticipó fue que una pandemia podría convertirse en una especie de serie de televisión de combustión lenta; que no nos encontraríamos de un día al otro en un mundo nuevo, sino que veríamos cómo se va desarrollando como una obra de ficción transmitida digitalmente.
"Severance" no tiene lugar en el futuro cercano, típico de las fantasías distópicas, sino en una versión reinventada del pasado reciente, específicamente, otoño de 2011.
A medida que va llegando a las ciudades -en este caso Nueva York-, la vida se desliza gradualmente de la normalidad a la adaptación para terminar en una reorganización completa.
La infección se contrae por inhalación de "esporas micóticas microscópicas". La fiebre fúngica se propaga por todo el mundo y mata a millones, diezmando la sociedad.
Y aunque te habíamos prometido libros libres de zombis, tenemos que declarar que este los tiene, pero no de los clásicos: la enfermedad hace que los infectados sufran "una fiebre de rutina", en la que las víctimas repiten las acciones de su vida cotidiana, ahora vaciadas de significado, una y otra y otra vez.
Así, una madre pone la mesa para su familia, la levanta y la vuelve a poner; una niña hojea su libro favorito mientras lo sostiene boca abajo; una joven se prueba toda su ropa, prenda por prenda. A medida que la fiebre se apodera de ellos, los afligidos pierden la capacidad de hacer otra cosa que recrear sus viejos patrones, por lo que lentamente mueren de hambre y se pudren desde adentro.
El 25 de marzo, Ma fue nombrada una de las 10 ganadoras de los Premios Whiting 2020.
Los jueces de la Fundación Whiting describieron la novela como "una maravilla de la forma" y "un supergénero híbrido", en el que la autora considera "el problemático presente estadounidense, incluido el capitalismo en etapa terminal y especialmente la nostalgia cultural, concebidos brillantemente como una epidemia fatal".