Una azafata de una aerolínea de Filipinas demostró estar completamente comprometida con su trabajo luego que una pasajera se quedara sin fórmula de leche para bebés.
Patrisha Organo estaba muy emocionada de ir al trabajo ese día, porque acababa de ser ascendida de tripulante de cabina a evaluadora.
"Pensé que ese vuelo iba a ser muy especial, pues era un gran paso en mi carrera", explicó en Facebook, donde compartió su historia.
"Todo transcurría sin problemas hasta después del despegue, cuando escuché el llanto de un bebé, un llanto que me impulsó a hacer todo lo posible para ayudar", escribió.
"Me acerqué a la madre y le pregunté si todo estaba bien, traté de decirle que alimentara a su niño hambriento. Con los ojos llorosos, me dijo que se había quedado sin leche de fórmula. Los pasajeros comenzaron a mirar y mirar fijamente al pequeño y frágil bebé llorando ".
La azafata, que tiene una guagua de nueve meses, dijo que sabía lo que tenía que hacer. "Sentí un dolor en mi corazón. No tenemos leche de fórmula a bordo, pensé, solo hay una cosa que puedo ofrecer, mi propia leche. Y así lo hice".
Después de hablar con su supervisor, la azafata llevó a la madre y a su guagua hacia la cocina del avión, y comenzó a amamantar.
"El bebé tenía mucha hambre. Vi el alivio en los ojos de su madre. Continué alimentando a la guagua hasta que se durmió. Acompañé a la madre de regreso a su asiento y, justo antes de irme, la madre me lo agradeció sinceramente ".
La tripulante de cabina dijo que publicó su historia en las redes sociales para inspirar a otras personas y normalizar el amamantamiento, y aseguró que estaba muy sorprendida por los comentarios positivos.
