Una adolescente en China decidió atar a su madre a una silla y dejarla ahí "hasta que murió".
Así lo confirmó la policía en la provincia de Heilongjiang, una muerte ocurrida el pasado 16 de septiembre que está generando un debate en China sobre los jóvenes y la internet.
Identificada por medios chinos como Chen Xin, de 16 años, la adolescente había sido enviada a una institución en Shandong, a más de 1.000 km de su casa, especializada en tratar adicciones de "jóvenes rebeldes"
El lugar tiene una reputación particular por el tratamiento a la adicción a internet que ofrece.
La chica había dicho en un blog que fue metida a un auto por dos hombres y lleva en contra de su voluntad. Ahí estuvo cuatro meses, según The Paper.
De acuerdo al sitio de denuncias, también relataba que recibió golpes frecuentes de otros internos en el centro, y al igual que otros era obligada a "comer frente a la taza del inodoro"como castigo.
La institución en Shandong no ha abierto sus puertas a la prensa ni concede entrevistas. The Paper publicó en un tuit una foto del lugar. |
Funcionarios de educación locales dicen que ahora están investigando esa academia, la cual ha negado que practique cualquier castigo corporal.
El incidente ha provocado indignación en línea acerca de los centros de tratamiento de jóvenes en China, al igual que ha generado un debate acerca de cómo los padres deben criar a sus hijos.
The Paper dijo que había entrevistado a varios exinternos de la institución que también señalaron abusos.
Muchos dijeron que fueron golpeados por no seguir las órdenes; uno decía que los golpes le causaron moretones por el simple hecho de poseer un cigarrillo.
Otros dijeron que a veces se prohíbe a dormir y los obligan a permanecer de pie hasta las primeras horas de la mañana.
Uno de los estudiantes dijo que sus padres pagaron el equivalente a US$5.000 por un año de colegiatura y vivió "una vida sin dignidad".
Algunos en China responsabilizan a los padres por no tener cuidado sobre sus hijos y su exposición a la red. |
"Estilo disciplina militar"
Los campamentos para tratar la adicción a internet tuvieron mucha publicidad en China en 2014, cuando hubo informes del aumento del número de jóvenes que padecían insomnio y depresión.
Los campos trabajan en la "preparación física y psicológica, así como la prescripción de medicamentos si los médicos consideran que es necesario", dijo el diario South China Morning Post.
Dentro de los campos, los estudiantes toman parte de ejercicios militares, y trabajo "práctico" como cortar las verduras para mejorar su "mala" forma física.
Sin embargo, la gente ha criticado el "trato duro y la disciplina tipo militar a los que son forzados los adolescentes" en algunos campos, según el diario.
El incidente en Heilongjiang ha generado un debate en China sobre el cuidado de los menores ante la exposición de la internet. |
Tragedia
Las acusaciones de abusos en los centros han provocado indignación en línea, con miles de usuarios que expresaron ira a los padres de Chen Xin.
Un usuario cuya publicación fue elogiada por muchos decía: "todo el mundo sabe que los padres juegan un papel importante en el desarrollo de un hijo. Este entorno actuó como un catalizador para dos personas que no merecen el título de 'padres'".
Otro usuario de las redes sociales, cuyo comentario recibido más de 1.000 'me gusta', dijo: "no se trata a los hijos... como animales".
Sin embargo, algunos han expresado su rechazo a Chen Xin y la condena total al matricidio.
Comentaristas de los medios han calificado la historia como una "tragedia" que pone de relieve la falta de asesoramiento y soporte adecuado para las familias.
El Beijing Times advierte que los padres deben "despertar" a los riesgos de enviar a sus hijos a este tipo de centros de tratamiento.
"No envíen a sus hijos a un tipo 'encierro'", dice. "El uso de medios violentos sólo contribuyen al dolor de un niño".
Un comentarista del Diario del Pueblo, 'Xiaojiang Suixiang', dijo: "algunos padres dejan indefensos a los niños a ser adictos a internet y hay una falta de orientación psicológica formal y profesional en las comunidades, que conducen a 'rutas salvajes'".