Animales en desconfinamiento: ¿Cómo acostumbrar a mi mascota al "regreso a la normalidad"?
Aún no se ha esclarecido del todo si los animales pueden contagiarse de COVID-19, pese a que se han registrado algunos casos alrededor del mundo.
Sin embargo, las mascotas sí pueden ser portadoras del coronavirus debido a su pelaje, al contacto de sus patas con superficies posiblemente infectadas, entre otros motivos.
Debido a esto, y a que varias comunas del país (especialmente en la región Metropolitana) han iniciado su fase de transición hacia el desconfinamiento, la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) publicó una guía llamada “Volver de forma segura” para que los dueños de mascotas tomen las precauciones sanitarias necesarias al momento de sacarlos a pasear.
El documento establece que, por ejemplo, se debe evitar regresar inmediatamente a casa cuando la mascota recién haya defecado u orinado, ya que de esa manera los animales tenderían a dejar sus necesidades para el final y así extender un rato más el paseo.
Al mismo tiempo, al momento de regresar al hogar es recomendado lavar con agua y jabón las patas, hocico y orejas del animal.
Otra de las problemáticas que aborda el programa se relaciona con que las mascotas ya se han acostumbrado a pasar más tiempo con sus dueños, por lo que volver a la rutina “normal” podría traer ciertas complicaciones y ansiedad en los animales.
De acuerdo con el veterinario Sebastián Jiménez, asesor del programa nacional Mascota Protegida, lo que se puede hacer es ir acostumbrando a las mascotas a que pasará más tiempo sin los dueños.
“Nos vamos dela casa y a los 2 minutos regresamos (…). Después podemos distanciarnos cinco minutos y volver a entrar”, y de esa manera ir aumentando los intervalos de tiempo para que “el perro entienda que el dueño se va a ir, pero va a regresar”, consignó El Mercurio.
Por su parte, el subdirector de la Comisión de Tenencia Responsable del Colegio Médico Veterinario, Gonzalo Chávez, recomienda “dejar de llamar a las mascotas para que nos acompañen en cada actividad de la casa”, además de “reforzar el enriquecimiento ambiental, es decir, que haya obstáculos y juguetes para que se distraigan en otros espacios sin la persona”.