Amber Heard negó haber dejado fecas en la cama compartida con Johnny Depp cerca del final de su relación.
En medio del juicio por difamación, el actor testificó que la actriz de 36 años dejó materia fecal en la cama luego de que ella se fuera con amigo para Coachella en abril de 2016.
"Trató de echarle la culpa a los perros", sostuvo Depp, quien no creyó esa versión,y luego afirmó: "Viví con esos perros durante muchos años... eso no vino de un perro. Simplemente no lo hizo (...) Era tan extraño y tan grotesco que solo podía reír".
Según recogió People, eso se sumó a la declaración del chofer y guardia de seguridad del actor, Starling Kenkins III, quien señaló que Heard le había manifestado que fue "una horrible broma que salió mal".
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La respuesta de Heard
Al abordar este hecho, Heard negó que se tratara de una broma intencional y dijo que no recordaba tener una conversanción con Jenkins respecto a esto.
En esa línea, sostuvo que uno de sus perros tenía "problemas de control intestinal" y que recurrentemente defecaba en sus camas. Sobre lo mismo, dijo que el perro estaba en la cama cuando ella hacía maletas y que se le habría pasado por alto el accidente cuando ella se fue.
Elaine Bredehoft, abogada de Heard, le preguntó si había intentado hacerle una broma a Depp. "Absolutamente no", respondió.
Y dijo: "No creo que eso sea divertido. No sé qué hace una mujer adulta. No estaba de humor para bromear. Mi vida se estaba desmoronando. Estaba en una encrucijada en mi vida. Era realmente serio".
"Acababa de ser atacada en mi cumpleaños 30 por mi violento esposo, de quien estaba desesperadamente enamorada y sabía que tenía que irme", acusó, apuntando que "no fue un momento jovial y no creo que sea gracioso. Punto. Eso es repugnante".