Alison Mandel relató duro proceso de amamantar a su hijo: “Es el peor dolor que he sentido”
A comienzos de marzo fue que Alison Mandel y Pedro Ruminot dieron la bienvenida a Baltazar, su primer hijo juntos.
Antes de su nacimiento, la comediante compartió cada paso de su embarazo y así también lo ha hecho con su postnatal. Además, ha mostrado a sus seguidoras en Instagram cómo vive la maternidad.
En este contexto, Mandel usó dicha red social para sincerarse sobre el proceso de amamantar a su hijo, el cual ha sido según ella “doloroso y terrible”.
“Hasta que lo logré, esta primeriza dando teta (ojalá me dure). Nunca me hubiese imaginado lo difícil que podía ser dar leche. De hecho, entre mis seguidoras y amigas, el 95% ha sufrido. Había escuchado amigas que se rindieron a la semana o al mes y como no las pongo en duda en su maternidad, ni siquiera les pregunté el por qué… ahora entiendo todo”, indicó.
“Yo leí, me asesoré, entendí perfecto lo del acople, vi videos, tomé asesorías y aún así fue muy terrible y sin duda el peor dolor que he sentido en mi vida. Pasé noches llorando y sudando de dolor mientras tenía que amamantar igual, me puse las cremas caras y las baratas, puse las pechugas al sol, me saqué leche y se la di en mamadera y el dolor era una cosa horrenda igual“, reveló.
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Sin embargo, contó que tras todo este sufrimiento llegó la solución. “De pronto la cosa empezó a fluir, la herida sano en un 50% con las extracciones de leche y mi amiga @marcebolivar me tiró por la reja una crema de mático de las que venden en la feria y fue santo remedio”.
“Yo insistí en la lactancia solo por la contingencia mundial que hay, por el miedo que el relleno le caiga mal y tener que salir al doctor, pero en este proceso leí consejos como ‘Amor es dolor"”, afirmó Alison.
Finalmente, la madre primeriza agradeció toda la ayuda que ha recibido por parte de sus cercanos para sobrellevar este proceso.
“Quiero agradecer a mis amigas por sus consejos, sus experiencias, sus fracasos y virtudes, por liberarme de culpas y sus odas al relleno. A mi vecina hermosa por dejarme matico en la reja, a mis primas por acompañarme virtualmente a las asesoras de lactancia por su sabiduría, a las matronas de la clínica por enseñarme con paciencia. Hoy amo y respeto más a las mujeres que me rodean”, finalizó.