En agosto del 2014 Terry Lovejoy descubrió el cometa conocido formalmente como C/2014 Q2, que fue bautizado con su apellido. Poco más de un año después, la comunidad científica aportó un nuevo dato sobre la composición de este astro: se encontraron partículas de alcohol etílico, azúcar y dos moléculas orgánicas complejas, que arrojan nuevas luces sobre el origen cósmico de planetas como el nuestro.
"Estas moléculas orgánicas complejas pueden ser parte del material rocoso con el cual se formaron los planetas", señala la investigación divulgada en la revista especializada Science Advances. El estudio publicado el viernes 23 de octubre, fue desarrollado por un equipo de científicos encabezados por Nicolas Biver y además contó con figuras como Dominique Bockelée-Morvan, Raphaël Moreno, Jacques Crovisier, Pierre Colom, entre otros.
En el estudio se desprende que Lovejoy interesa especialmente a los científicos porque es uno de los cometas más activos en la zona orbital de la Tierra y el pasado 30 de enero, cuando el cometa pasaba cerca del sol, liberó 20 toneladas de agua por segundo. En ese momento, los astrónomos observaron a través de un telescopio de 30 metros de largo del Instituto de Radioastronomía Milimétrica en Sierra Nevada, que el cometa estaba en su momento más brillante y productivo.
"Descubrimos que el cometa despide tanto alcohol como el que contiene 500 botellas de vino por segundo", dijo Nicolás Biver. Ademas, Dominique Bockelée-Morvan, coautor de la investigación y astrofísico del centro francés para la investigación científica señaló a AFP que “la presencia de una molécula orgánica compleja grande en el material de un cometa es un paso fundamental hacia la mejor comprensión de las condiciones que prevalecían en el momento en que emergió la vida en nuestro planeta”.
