La advertencia de Giancarlo Petaccia sobre la inseguridad de vivir en Miami: "Ando con un miedo permanente"
Hace seis años, Giancarlo Petaccia junto a su esposa Fernanda Alarcón y sus dos hijos, tomaron sus cosas y se fueron a vivir a Estados Unidos, específicamente en el condado de Broward, al norte de Miami.
En medio de un viaje relámpago a Chile, país que no visitaba desde hace cuatro años por la pandemia, el comunicador se refirió a las cosas positivas y negativas que tiene el vivir en Miami, ciudad a la que también llegaron a vivir hace solo días Maura Rivera y Mark González.
En conversación con Las Últimas Noticias, el exanimador de televisión se refirió a su vida en la mencionada ciudad. "Costó mucho al principio, no te voy a mentir. Pero hoy estoy súper bien, contento. Me gusta ver a mis hijos crecer allá, están súper adaptados. Estos también hace que todo este esfuerzo haya valido la pena", reveló.
Consultado sobre las cosas buenas que tienen el vivir en Miami, Petaccia destacó los negocios, los que pudo desarrollar con su emprendimiento Código Petaccia. "Allá (Estados Unidos) está la primera línea, está todo muy actualizado", comentó.
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Además, señaló que Miami es una ciudad para desarrollarse y crecer en esta tendencia mundial que es el bienestar. Ese fue uno de los motivos por el cual nosotros nos fuimos. Y lo segundo tiene que ver con sentirse seguro".
Sobre este último punto, mencionó que en el lugar donde viven es muy seguro, sobre todo para estar con los niños. "Las casas no tienen rejas, no temes mucho que te vayan a asaltar. Por ejemplo, uno puede dormir con la puerta abierta de la casa en un condominio, con las bicicletas botadas afuera, con las rejas abiertas, el auto sin cerrar".
Lo malo de vivir en Miami
Pero siempre que hay cosas buenas, también hay malas, por lo mismo, Giancarlo Petaccia contó que vivir en Miami "también tiene un lado malo".
"Al menos yo ando con el miedo permanente a los tiroteos. Esa cultura de las armas no va a cambiar, no se puede hacer nada contra eso", indicó.
Y agregó: "Uno siempre tiene ese miedo por los hijos, de que quizás pase algo en la escuela. Te diría que esa sería casi la única mención".
Sin embargo, también se refirió a la mala conectividad que tiene la ciudad, asegurando que el transporte público no es el mejor. "El transporte es pésimo. Uno tiene que vivir donde están los colegios de los niños e idealmente donde uno trabaja. ¿Por qué? Porque las distancias son enormes y porque hay más tráfico que en Santiago, por ejemplo", cerró.