Justo antes de la Navidad 2019, el 23 de diciembre pasado, Adele publicó dos fotos reveladoras: en una compartía con Santa Claus y en la otra con el Grinch, pero lo que más resaltaba a la vista era su evidente baja de peso.
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Incluso antes de esas imágenes oficiales de su Instagram, cuando asistió al cumpleaños de Drake, la prensa británica empezó a especular con la dieta que estaba ejerciendo o con cuántos kilos había perdido. Eso hasta que, a comienzos de año, fue captada en una playa de Anguila, en el Caribe, de vacaciones con sus amigos Harry Styles y James Corden.
Porque se fotografió con algunos fans y habló con ellas, incluso contándoles detalles de su cambio físico.
La estudiante universitaria Lexi Larson, de 19 años, fue la favorecida, y le confidenció a People que Adele había bajado alrededor de 45 kilos. "Ella me dijo que perdió algo así como 100 libras (45 kilos), y que es una experiencia muy loca y positiva. Parecía muy feliz y se veía increíble. Ella se veía realmente muy segura", reveló la joven.
Y ahora, la misma revista publicó el presunto motivo por el que la mujer de "Someone like you" habría decidido someterse a esa transformación: convertirse en una madre más saludable, inspirada en su pequeño hijo Angelo.
"Llegó al punto en que no se sentía genial. Sabía que tenía que cambiar algo, porque quiere ser la madre más sana posible", aseguró una fuente consultada por el medio citado anteriormente.
"Todo su enfoque durante el camino de la pérdida de peso realmente se ha centrado en cómo puede ser más saludable y cómo puede tratar mejor su cuerpo. Nunca se trató de perder peso", añadió.
Un cambio personal que ha hecho que la ganadora del Oscar a Mejor Canción Original por "Skyfall" no haya editado nueva música en más de 4 años.
