Actor de "The Wire" llamó a prohibir la venta de cuchillos y machetes
Deutsche Welle - Idris Elba, actor de "The Wire".
El actor británico Idris Elba lanzó el lunes una campaña pidiendo la prohibición de cuchillos como los machetes, para reducir el número de jóvenes asesinados a puñaladas. "No puedo permanecer en silencio mientras se pierden más vidas jóvenes a causa de estos crímenes brutales y despiadados", dijo Elba, quien saltó a la fama como el capo de la droga y promotor inmobiliario Stringer Bell en la serie de televisión "The Wire".
Montones de ropa cuidadosamente doblada fueron puestos en fila frente al Parlamento del Reino Unido en Londres, para representar a las personas asesinadas por crímenes con cuchillo. "No podemos permitir que aumenten los delitos con cuchillo, tenemos que ponerles fin", dijo Elba a periodistas.
Estadísticas de violencia
Unas 250 personas murieron por delitos con arma blanca en Inglaterra y Gales entre julio de 2022 y junio de 2023, según la Oficina de Estadísticas Nacionales.
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El año pasado, en Londres, 21 menores (niños menores de 18 años) perdieron la vida en actos de violencia, 18 de ellos fueron apuñalados.
La venta de cuchillos está estrictamente regulada en el Reino Unido, pero los jóvenes todavía se las arreglan para armarse con grandes cuchillos "zombis", con un lado dentado y el otro curvo.
Las armas, inspiradas en películas de terror, suelen estar asociadas con pandillas y pueden comprarse a bajo precio en Internet. "Simplemente pido que se prohíban los machetes y los cuchillos zombis", dijo Elba, rapero, cantante y DJ también conocido por interpretar a Nelson Mandela y al detective de televisión John Luther.
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Gobierno promete medidas
En agosto, el gobierno del Reino Unido prometió una prohibición de los cuchillos y machetes estilo zombi "intimidantes y amenazantes" "que no tienen ningún uso práctico", como parte de las medidas para reducir los delitos con cuchillos.
Pero la violencia no ha disminuido: en septiembre, una niña de 15 años fue asesinada a puñaladas mientras se dirigía a la escuela en el sur de Londres. Y poco antes de la medianoche de la víspera de Año Nuevo, murió un chico de 16 años que miraba los fuegos artificiales con amigos.
