El proceso de curación de cortes, raspaduras, ampollas, quemaduras y otras heridas podría dar un giro de 180 grados con el revolucionario "parche curita" inspirado en los tejidos de los embriones humanos.
Mecánicamente activos, elásticos, resistentes y antibacterianos: estas son algunas de las características de los apósitos adhesivos activos o "AADs", por sus siglas en inglés, la revolución el los "parches curita".
El invento es parte de la investigación del Instituto Wyss de Ingeniería de Inspiración Biológica de la Universidad de Harvard.
"Esta tecnología tiene el potencial de usarse no solo para lesiones cutáneas, sino también para heridas crónicas como úlceras diabéticas y úlceras por presión, para la administración de medicamentos y como componentes de terapias blandas basadas en robótica", mencionó David Moore, miembro fundador del Instituto Wiss.
"Para lograr esto, las células embrionarias de la piel arededor de una herida producen fibras hechas de la proteína actina, las que se contraen para unir los bordes de la herida, como si se cerrara una bolsa con cordón", describieron los investigadores en su estudio, publicado en la revista Science.
Los embriones tienen la capacidad de curar sus tejidos completamente sin dejar cicatrices, capacidad que también tendrían los nuevos apósitos creados a partir de hidrogeles.
Los parches de hidrogel se activan con el calor de la piel y son 17 veces más adherentes que una "curita" tradicional.
Los científicos agregaron que "las células de la piel pierden esta capacidad una vez que el feto se desarrolla después de cierta edad, y cualquier lesión que ocurra después de este punto causa inflamación y cicatrices durante el proceso de curación".
De acuerdo con un articulo de la misma revista científica, la producción de los apósitos en gel es barata, con un valor de materia prima aproximado de $0,14 dólares por vendaje.
La efectividad de los parches de hidrogel ya ha sido probada en ratones y cerdos, acelerando el proceso de curación de una semana a menos de cinco días.