Una mujer de 41 años en Inglaterra quedó ciega luego de una severa infección que contrajo por utilizar sus lentes de contacto en el agua.
Según consignó el medio Insider, el utilizar de esta forma sus lentes de contacto la dejó con cicatrices permanentes en su cornea.
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Los investigadores confirmaron que mientras la mujer se encontraba en el agua, había dejado que parásitos microscópicos llamados amebas se metieran en sus ojos. Estos crecieron ahí y causaron dolor, visión borrosa y daño irreversible.
Según el doctor John Hovanesian, de la Academia Americana de Oftamología, es muy fácil cuidar los ojos y mantener en buen estado los lentes de contacto siempre y cuando se tomen simples precauciones. Sin embargo, tomar riesgos, como utilizar estos lentes al dormir o exponerlos al agua es lo mismo que ir en un auto sin cinturón de seguridad.
“La mayoría de las veces, te saldrás con la tuya, pero si algo malo pasa, puede resultar feo”, explicó Hovanesian.
Si bien esta historia ha sido determinada como un caso extraño, esta no es la primera vez que sucede. Un hombre de 29 años, también de Inglaterra, quedó ciego el año pasado luego de que desarrollara la misma infección desde una ducha regular mientras utilizaba sus lentes de contacto.
Según Hovanesian estos casos ayudan a destacar la fragilidad de la naturaleza del ojo humano y los inherentes riesgos de utilizar lentes de contactos.
