Leo Caprile se sincera por no haber animado el Festival de Viña: "No me llamaron nunca"
Este lunes, en un nuevo capítulo de “Juego textual”, Katty Kowaleczko, María Jimena Pereyra, “Tita” Ureta, Begoña Basauri, “Pepi” Velasco, Rayén Araya y Yazmín Vásquez, guiadas por el animador Sergio Lagos, conversaron con el locutor y conductor de TV Leo Caprile.
Lo primero que le preguntaron a Leo fue por su relación con sus hijos, si el exceso de trabajo le ha pasado la cuenta en la relación con ellos. Al respecto, el animador reconoció que hay un par de ocasiones en que ha tenido descuidos, por ejemplo, cuando no fue a un camping de curso entre padres e hijos.
“Mi hijo me dijo ‘Me fue mal, papá, yo fui el único al que nadie lo ayudó a armar la carpa’. Me dolió, aunque no soy expresivo, y me planifiqué para el año siguiente: arrendé una motorhome, lo fui a buscar al colegio y todos se fueron de c...”, indicó Caprile. Con ello, aseguró, su hijo quedó feliz y él pagó toda esa deuda.
Tras mostrársele una foto de su madre, fallecida hace 14 años, el ex animador de "Juego contra fuego" la definió como “el amor de mi vida”. Para él, la mujer fue muy importante. “Todas las cosas buenas que yo tengo las saqué de ella, y las malas de mi papá. Son dos seres muy distintos”, confidenció sobre su madre, que se casó con su padre cuando ella tenía 27 años y su papá 17.
“En esta señora había una muestra de valentía tan grande. Le importaba un comino el qué dirán, en un país cahuinero, chaquetero, pelador, intruso, machista, peor que ahora, venció todas las barreras para tener cuatro hijos maravillosos”, contó el icónico rostro de TV.
Cuando sus padres se separan, el lazo entre su madre y Leo, entonces de 16 años, creció. “Eso me volvió a mí un tipo responsable, me convertí como en su marido. Mi mamá me decía ‘¿Qué hacemos con el presupuesto para este mes? ¿Qué cocinamos hoy?’. Y es una responsabilidad encantadora. Eso a mí me hizo hombre y me hizo valorarla. Me enseñó a ser hombre, pero también me dejó ser niño”, recordó.
Según señaló el animador, su madre padeció de demencia senil en sus últimos años antes de morir. “Pocos días antes de morir, me echó. ‘Váyase de aquí’, me dijo. No me reconoció. Fue muy chocante”, indicó, contando que eso lo marcó tanto que incluso lo hizo estar ausente de su fallecimiento.
“Íbamos con la familia a verla un fin de semana a Viña y dije ‘Vámonos, devolvámonos, es una falsa alarma’. Yo sabía que estaba mal y nos vinimos igual. Llegamos a la casa y nos anuncian que había muerto. Ahí me di cuenta de que me había escapado, no habría aguantado verla”, confesó, agregando que después, ya frente a su cadáver, le pidió perdón por no haber estado.
“Todo lo que sé de cocina, todo lo que sé de jardín, el amor por los animales, lo aprendí de ella, y eso lo veo en mis hijos”, dijo en torno a lo que su madre le dejó. Por otro lado, sobre su padre, el histórico locutor Luis Alberto Caprile, lo definió como “este monstruo italiano que es mi papá, un veterano de 89 años que no escucha bien, que reclama contra la tele y es porfiado”.
Por otra parte, consultado sobre el Festival de Viña del Mar, que nunca tuvo la oportunidad de animar, Caprile admitió que le habría gustado hacerlo.
“No me llamaron nunca. Cuando el Festival lo tenía un canal, yo estaba en el otro siempre. Hay que estar parado en el momento preciso, y los festivales lo buscan a uno, no uno a los festivales”, sostuvo, añadiendo que su padre animó los primeros festivales de Viña en Radio Minería.