La conmovedora historia de Adam y Raquel Gonzales ha dado la vuelta al mundo. Luego de estar cinco años juntos, él perdió la memoria, pero ella se encargó de enamorarlo nuevamente.
Fue durante una madrugada de septiembre del 2016, cuando Raquel notó que su esposo la miraba extraño. Él le habló como si fuera una desconocida, como si jamás la hubiese visto.
"¿Sabes dónde estás?", "¿Qué año es?" y "¿Cuál es mi nombre?", fueron algunas de las preguntas que hizo la mujer a Adam, interrogantes que el hombre no supo responder.
Raquel nunca perdió la amablididad con su esposo, además sabía que no era primera vez que esto ocurría, ya que su memoria ya había fallado en otra oportunidad.
Esto ocurrió durante la anterior relación que tuvo Adam. En esa oportunidad, su ex pareja intentó estrangularlo con un cable, por lo que Adam debióer reanimado en tres oportunidades y permaneció en coma por cuatro meses. Al despertar de su coma estuvo cerca de un año internado en un centro hospitalario, ya que no recordaba absolutamente nada.
Luego de la complicada etapa, en 2012, Adam conoció a Raquel en redes sociales. En julio del 2015 decidieron casarse en Phoenix, pero la felicidad no duró mucho, ya que un año después Adam sufrió un ataque de amnesia.
Como ya le había ocurrido con anteriorirdad,Adam no recordaba nada, pero su madre lo aconsejó y le aseguró que Raquel era su esposa y que se amaban.
"Comence a confiar en ella, y a hacer preguntas. Hubo algo de emoción y un poco de misterio acerca de quien era esta mujer realmente agradable", dijo Adam.
Nuevamente la pareja empezó a salir y a conocerse, y Adam se enamoró de ella por segunda vez, por lo que decidieron seguir juntos, como si nada hubiese pasado.
En diciembre del 2016, tres meses luego del ataque, Adam despertó y habló con Raquel con ese tono familiar de amor, se disculpó por algo que había sucedido hace tres años, cuando todavía estaban saliendo. Entonces ella miró a Adam y le preguntó si sabía quién era ella, y él le respondio:"¿Cómo podría olvidarme de ti? Eres mi Raquel".
